ni una más
Manifiesto contra la violencia de género
89 mujeres asesinadas en lo que va de año, 11 de ellas niñas. Margaritas marchitas antes de florecer, rostros perdidos, lívidos, carentes de toda expresión. Ya sin vida, ya sin dignidad, incluso ante su propia muerte. 89 rostros resplandecientes arrancadas de su luz...
14 niñas y niños huérfanos. Veo rostros buscando entre la gente,- ¿dónde está mi mamá? Ojos hundidos en las oquedades de lo oscuro, del terror, -¿por qué le hiciste daño, papá...? Manos temblorosas buscando el palpitar ardiente que exima de la culpa, buscando sábanas calientes que disipen de una vez las nocturnas pesadillas...
Una tarde helada, extraño frío que sobrepasa los límites de los huesos para invadir todas las oquedades de las entrañas...
Vi lágrimas desconsoladas brotando de rostros muy jóvenes; rostros de mujeres y hombres enredados en humedades desconsoladas, angustia en la garganta y estremecimiento en el pecho...
Esa tarde, como otras muchas, me tragué las lágrimas por no llorar a borbotones. Incluso ahora me trago las lágrimas cuando veo este vídeo que hoy compartimos con vosotras.
Al mismo tiempo, es preciso mantener los ojos bien abiertos, plantarle cara al terror y armarnos de confianza, de sabiduría, de coraje para que juntas, desde la sororidad, tengamos el empaque suficiente para que ni una más cruce, en la barca del destino, un río ensangrentado.
No cabe tanto dolor en la
palabra.
Desbordan el silencio
las sonrisas truncadas,
los besos sin florecer
las promesas...
barriletes sin hilo
derivando en el viento.
Cuántas historias rotas,
peces sobre el asfalto.
Memorias
de mañanas con sol,
de vestidos de domingo y labiales
rosa,
de zapatillas de baile y muñecas
de trapo,
de corazones de San Valentín
y pasteles de cumpleaños.
"Porque tus ojos son cielo
de la tarde"
"Porque tus manos son
pájaros ansiosos"
"Porque tu pelo es río
y tus pasos…
huellas de luna sobre el
césped".
Sus nombres tapizando la ciudad
con gritos
con margaritas pisoteadas
con poemas muertos
antes de extender las alas.
No podemos cerrar
los ojos al terror
su laberinto podría
devorarnos.
Para contener esta que se cierne
sumemos nuestra voz
a la palabra,
hagamos pactos de
amor,
treguas de dudas,
que no falten rosas
ni versos,
ni canciones.
Seamos
intolerantes al silencio,
para
que
ni
una más
sea
despojada de abril,
del
viento
y de
la lluvia.
Ni
una más de Guisela López.
COLECTIVO: La Corrala. Patio feminista
Acto contra la Violencia de Género. Marilina López Sáez.
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