MUJER Y CONFINAMIENTO.
AMPLIANDO LA MIRADA.
El pasado sábado 20 de junio La Corrala. Patio feminista aglutinó a más de cincuenta mujeres de diversos lugares del planeta en el Encuentro Internacional de Mujeres. El encuentro se realizó de manera on line y propició el intercambio de vivencias personales y colectivas durante el período de confinamiento ante la pandemia mundial provocada por el COVID-19. El espacio virtual nos permitió el acercamiento entre mujeres de lugares de diversas latitudes. Chile, Argentina, México, Panamá, Costa Rica, Italia y diversas localidades de España (Girona, Yepes, Ontígola, Aranjuez...)
Mujeres diversas latiendo juntas con una misma energía transformadora.
Te invitamos a ser partícipe de esta experiencia a través del vídeo resumen del encuentro.
¡NEWEN!
Newen, palabra Mapuche que significa fuerza o energía. Las compañeras mapuches del sur de Chile nos regalaron este término que de alguna manera nos reunificó a todas y nos sirvió para amplificar aún mas nuestro newen personal, abriendo un hermoso espacio de newen colectivo. ¡Qué hermoso término y qué hermosa lengua, que no en vano es la lengua de la gente! Ser mapuche es ser gente de la tierra, ser parte de ella y desarrollar la vida en relación armónica y comunitaria con la naturaleza.
Después de varias rondas de participación en pequeños grupos en las que todas y cada una de nosotras fuimos compartiendo sentires, vivencias, proyectos y acciones realizadas, se llevó a cabo una rica puesta en común de la cual extraemos las siguientes ideas, pensamientos, emociones... de las que de alguna manera todas somos partícipes y que se convirtieron mágicamente en una potente visión común de la nueva realidad.
Consideramos fundamental tejer redes con el fin de ocupar los huecos que el estado va dejando a su paso.
No pretendemos reconstruir el mundo, sino recuperar el mundo que nos despojaron. Este encuentro nos acerca y nos reafirma en el anticapitalismo, que es nuestra lucha principal en la que nos es necesaria unir nuestra fuerza (newen) a través de la construcción de redes que nos posibiliten tejer juntas un sólido empoderamiento comunitario. En la fuerza de las mujeres hay más entendimiento porque sabemos respetar y hacer que nos respeten.
Vemos la vuelta a la tierra y la agroecología junto con la educación como una oportunidad para transitar hacia una nueva vida más sostenible para poner de nuevo la vida en el centro y no la explotación del trabajo. La mujer y su relación con la tierra, con la alimentación, el cuidado de la semilla y del agua.
Estas redes de apoyo, solidaridad, en las que compartir nuestras experiencias y proyectos son necesarias para afrontar lo que el sistema quiere seguir controlando. Tenemos que ser conscientes de que el capitalismo utilizará esta situación como experimento para crear redes de opresión a lo que nosotras debemos de seguir organizándonos para crear redes de solidaridad. Nada es imposible.
Mientras el mundo se paraba, nosotras nos seguíamos moviendo.
Después de unos primeros momentos de aislamiento en los que primaron el duelo, el reencuentro, la soledad, el miedo, la incertidumbre..., momentos que nos permitieron meditar, recolocarnos, reconocernos, aprehendernos... nos damos cuenta de la vulnerabilidad de la vida y de la importancia del trabajo en comunidad. Es por ello que rescatamos nuestras fortalezas y las ponemos al servicio de la comunidad y seguimos adelante en continuo movimiento.
La distancia física es necesaria pero digamos no a la distancia social.
Nos damos cuenta de que a pesar de la distancia estamos juntas y mucho más cerca y unidas. No queremos que nos impongan una distancia social ya que su existencia nos conduce a no poder seguir construyendo. Desde la propia introspección y respeto por nosotras mismas nos parece interesante colectivizar experiencias personales a través de diversos lenguajes como el arte, la música...
Aunque nos pudiéramos sentir culpables en algún momento tanto por la posibilidad de contagiar a otras personas como por sentirnos privilegiadas frente a otras situaciones extremas, salimos fortalecidas de este confinamiento entendiendo que la responsabilidad no asumida por el estado no tiene porque sumarse a nuestras mochilas. No es un privilegio tener lo que es un derecho. En la fuerza de las mujeres hay más entendimiento porque sabemos respetar y hacer que nos respeten.
Algunas ideas del encuentro pensando en el futuro
- Cuidarnos y cuidar a las que vienen
- Aprender de otras compañeras
- Crear comunidad empezando desde lo cercano (entorno inmediato)
- Mantener los encuentros
- Analizar la realidad en la que estamos.
- Buscar apoyos
¡Seguiremos tejiendo redes!
"Escuchando las experiencias en las distintas latitudes, realmente percibir aquí y ahora las dimensiones internacionalista, anticapitalista, revolucionaria del feminismo es conmovedora".
COLECTIVO: La Corrala. Patio feminista.
Mujer y confinamiento. Ampliando la mirada.
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