Camino entre las hierbas…
Camino entre las hierbas… entre esas que han conseguido escapar de la
desbrozadora… entre esas que han
conseguido rebrotar… entre las que han
sido cultivadas.
Camino entre las hierbas…
ésas que miro con aprensión, como si robaran el agua de mis cultivos. Y
ésas que miro con esperanza, con temor de que les salga algún pulgón, con ganas
de ver sus frutos.
Camino entre las hierbas.
Esas hierbas que han podido brotar con una primavera
lluviosa. Esas hierbas que se visten de
flores de colores y de pinchitos tratando de conseguir completar el ciclo antes
de que llegue el verano. El caluroso verano.
Camino entre las hierbas y me detengo. Y respiro.
A mi alrededor casi todo se ha detenido. A mi alrededor casi
todas respiran. Pero no todas las personas respiran, faltan respiradores.
Yo sí puedo respirar, se para el tiempo. Solamente me marca
el paso del tiempo el paso de las nueves en el cielo. A no, también hay
pájaros. Hay muchos pájaros en el cielo.
Camino entre las hierbas y puedo sentir como si estuviese
descalza. Una conexión, una frescura, un crecimiento milimétrico.
Se para todo.
¿Qué pasará cuando se reanude?
Normalmente no tengo la oportunidad de estar un día como hoy
en una época como ésta, a esta hora, caminando entre las hierbas.
Normalmente estoy trabajando en un empleo. Normalmente no
tengo… no tengo tiempo, para pararme y para respirar.
Camino entre las hierbas y me siento rica sin dinero. Me
siento afortunada con mi prestación. Porque no tengo problemas económicos,
claro. No tengo deudas, no tengo escasez de nada. Tampoco quiero mucho. Me
basta…me basta….poco más que caminar entre las hierbas.
Poder caminar ente las hierbas, poder parar, poder respirar.
Poder mirar al cielo. Poder ver los pájaros que vuelan. Poder cultivar mi
huerto.
Autora: Lucía Elena Rodríguez Vigorito.
COLECTIVO: La Corrala. Patio feminista.
Camino entre las hierbas.
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