ANTE LA VIOLENCIA MACHISTA, DEFENSA DE LOS DERECHOS DE LA INFANCIA

 ANTE LA VIOLENCIA MACHISTA, DEFENSA DE LOS DERECHOS DE LA INFANCIA.

El pasado viernes 20 de noviembre,  Día de los derechos de las niñas y de los niñosLa Corrala volvimos a reunir en nuestro patio feminista virtual a un diverso grupo de vecinas para debatir sobre los derechos de la infancia.

La vulneración sistemática de los derechos de nuestras niñas y niños tiene una consecuencia directa en la perpetuación de las situaciones de discriminación y violencia, entre ellas la violencia machista. Los niños y las niñas que se educan en un mundo dónde se vulneran los derechos humanos y en concreto los derechos de la infancia serán posibles niños y niñas maltratadores o víctimas de maltrato. Una sociedad que normaliza las situaciones de violencia hacia las mujeres y/o hacia grupos por motivos racistas, xenófobos, etc., está educando a futuras personas que reproducirán o aceptarán en un silencio cómplice la discriminación y la violencia.

Desde ahí arrancamos nuestro encuentro enmarcándolo desde una perspectiva de género, ahondando en la raíz de la gestación de las desigualdades hacia las niñas de hoy que serán las mujeres de mañana.



Para indagar sobre este tema convocamos a un grupo de expertas y expertos, de diferentes lugares del planeta, que nos han aportado sus voces desde la narración de ideas, deseos y experiencias, acciones, escenarios simbólicos, miradas, sonrisas... con aportaciones imprescindibles para emprender un alto vuelo.


  


Desde la promulgación de la Convención de los derechos del niño en 1989, ratificada en nuestro país en 1990, se ha ido adecuando la legislación interna a los principios de dicha declaración, estableciendo medidas especiales para su protección, incluyendo incluso derechos constitucionales. Las actuaciones en este sentido se definen no solo por su aplicación, sino también por su omisión. Desde La Corrala, Patio Feminista hemos ahondado en los principios fundamentales valorando sobre todo su vulneración sistemática. 










CONCLUSIONES DEL DEBATE


Nos dividimos en grupos de debate sobre varios aspectos básicos de los derechos de la infancia: derecho a la participación, a opinar y decidir; derecho a la asociación y a la información; derecho a la vida, a la salud, a la protección y a la identidad y derecho a la educación, al ocio y a la igualdad. Tras una puesta en común llegamos a varias conclusiones.

Por un lado, nos planteamos la dominancia de una visión adultocentrista que conduce a la manipulación, por parte de las adultas, sobre la información que se hace llegar a los niños y niñas, entre otras, el uso del libro de texto, tan comúnmente utilizado en los centros escolares como único canal de conocimiento de la realidad; la explicación mecanicista sobre la sexualidad en la que se queda fuera el placer y el sentimiento; la imposición a las niñas de los valores del patriarcado (fuerza, valor)…

Echamos en falta espacios, tiempos y voz para que dialoguen,  para que aprendan a debatir, escuchar y expresar con otra persona que piensa distinto. Observamos también que no se facilita el acceso a la creación de asociaciones... Afortunadamente en algunos centros educativos existen Consejos de Infancia en los que las peques pueden participar e incluso tomar decisiones. Para tomar decisiones y responsabilizarse de las consecuencias de esa decisión es  fundamental ejercitarlo desde que se es pequeña.

Por otro lado, denunciamos que las ciudades no están pensadas para la infancia, aunque Aranjuez es un lugar con muchas posibilidades para peques con naturaleza,  otras ciudades son todo hormigón y, actualmente, nos encontramos con parques cerrados como medida preventiva de contagios por la pandemia. Entendemos que se debería de buscar la solución para poder desinfectar estos espacios de juegos para que las peques puedan tener tiempo y lugar para el ocio y el encuentro.  También nos surgió una pregunta ¿de qué sirve jugar juntas si esto lleva a una competición cada vez más estimulada y organizada por las personas adultas? El juego es la actividad principal de la infancia y para ello necesitan autonomía, espacios no controlados por los mayores, en el juego se reúnen, se expresan y se autodeterminan. 

En los grupos de debate hablamos de otras cuestiones que también forman parte de la salud de la infancia como es el agobio y la presión a la que pueden estar sometidas (estrés, deberes, falta de contacto y de actividades al aire libre...) y del posible uso de la tablet como forma de evadirse y de aislarse. 

También debatimos sobre la educación, el juego e la igualdad: un círculo inseparable para el desarrollo de la infancia. Se aprende jugando y no es completo sin un acceso equitativo.

Detectamos que se elaboran leyes educativas  o planes urbanísticos sin tener en cuenta las verdaderas necesidades de la infancia (parques cercados o urbanizaciones donde no se puede jugar).

En la propia escuela asistimos a situaciones de desigualdad como es el tiempo de recreo, donde el patio es ocupado en gran parte por grupos jugando a la pelota y dejando poco espacio para los que no lo hacen, que suelen ser las niñas. También discriminadas por la imposición de los uniformes que no las dejan jugar libremente. 

Por último, notamos la falta de diseño de programas que se adapten a todo tipo de capacidades para favorecer su acceso a una vida digna.

Debatimos sobre el derecho a la vida y a la salud, a la protección y a la identidad. Habría que garantizar que se cubren como mínimo las necesidades básicas como forma de supervivencia y como derecho a la vida. Cumplir con la obligación de asistencia, protección crianza, cuidados y desarrollo de las niñas y niños. 

Hablamos detenidamente del derecho a tener una identidad, nombre, nacionalidad, cultura... Del derecho a preguntar, a recibir respuestas y a ser conocedora de cierta información que le permita integrar y comprender ciertos aspectos claves para su desarrollo vital. Entendemos importante tener una figura de referencia y contar con una red que acompañe, apoye, facilite, guíe... Todo esto, en su conjunto, es una responsabilidad social de todas las personas. 

En definitiva destacamos la relevancia de la escucha, de preguntarnos nosotras mismas sobre sus intereses reales y de formular preguntas que nos lleven a dar respuestas conectadas con sus verdaderas necesidades. 

En necesario establecer acuerdos y espacios de confianza donde se escuche y se facilite la comunicación, poniendo en cuestión la perspectiva adultocentrista.

 


COLECTIVO: La Corrala. Patio feminista.
Ante la violencia machista, 
defensa de los derechos de la infancia.

Comentarios