Publicidad ¿engañosa?
Pensando en las representaciones de mujeres, hombres, infancia... que podemos ver en la publicidad, y en los temas sociales de actualidad que a veces aparecen como adorno para vender un producto, queremos reflexionar sobre la cultura del consumo y ese mantra que nos repite que ser es poseer, que la satisfacción viene de fuera, y la puedes adquirir a cómodos plazos o al contado.
¿Y si cualquier alusión a preocupaciones sociales viene con una mera función utilitaria, porque el objetivo es vender y lo que proponen siempre como solución a cualquier problema, sigue siendo comprar?
Las marcas crean pequeños o grandes contenidos culturales con la intención de que su producto sea atractivo, de que esté en las mentes de los y las consumidoras, de que lo deseemos comprar, de que pensemos que nos hará la vida mejor. Esa cultura del consumo va asociada a otros valores sobre lo bueno, lo bello, lo importante… La publicidad como espacio de la cultura del consumo está compuesta por diferentes discursos, unos más hegemónicos y otros con menor poder de proyección que pueden recoger representaciones de la diversidad de una forma más respetuosa.
Sin embargo, es frecuente ver cómo se refuerzan estereotipos aunque se trate de aludir a preocupaciones sociales, por ejemplo, respecto al feminismo: un anuncio de galletas en el que aparecen dos mujeres adolescentes, una le dice a la otra “eso va directamente al culo” y la otra, liberada de las exigencias sobre el cuerpo de la mujer responde “me da igual”. Esa idea (liberarse de exigencias respecto al peso) conecta con las preocupaciones de jóvenes, sin embargo, el anuncio se ha valido del estereotipo de que las mujeres se preocupan por estar delgadas. Por otro lado, ¿qué mujeres jóvenes aparecen? Se muestra habitualmente un modelo de belleza y unos grupos sociales, étnicos y culturales, hegemónicos.
Si observamos los anuncios durante 10 minutos podremos ver mujeres jóvenes preocupadas por su pelo, mujeres maduras preocupadas por sus arrugas, o su peso, o sus pérdidas de orina. Alternativamente observaremos hombres interesados en futbol, en coches, dando información pseudo-científica sobre detergentes para lavadoras… El conjunto de anuncios, uno detrás de otro, va formando una visión de ambos géneros. Predominan las personas de piel clara, delgadas, que responden a un canon de belleza concreto, con edad comprendida entre 20-30 años. Hay personas ancianas, seguramente de pelo blanco, alguna representación de la infancia y adolescencia siguiendo el patrón de las otras edades. Podría decir que representan a un grupo étnico y cultural concreto, obviando al resto.
En un trabajo sobre publicidad en el Máster de Educación Intercultural de la UNED analicé los mensajes de algunos anuncios fijándonos en especial en cómo se representa la diversidad humana a la hora de vender cosas.
El anuncio de Oreo incluye a dos mujeres jóvenes de piel oscura porque las galletas tienen color negro. Es así de simple. El anuncio de Cocacola representa la juventud heterosexual, de mujeres con pelo largo. Delgadez y divertimiento con una persona de rasgos asiáticos y otra con la piel algo oscura en segundos planos para anunciar la bebida. Sin embargo la compañía también crea campañas dirigidas a personas jubiladas, parece que se fijaron en que podrían ser consumidoras. Cada anuncio va dirigido a un grupo, nada de representarnos mezclados. A no ser que sea para que una mujer joven de piel oscura sea la cuidadora de un anciano de piel blanca en una residencia. Por otro lado, los publicistas del anuncio de Coca-Cola, han tratado de conectar ideas y actividades que no tienen por qué estar relacionadas: las ganas de vivir en edades avanzadas con tatuarse o ir a la discoteca, realizar de forma irresponsable acciones supuestamente divertidas como conducir a gran velocidad y saltar desde un trampolín. Esas actividades suelen estar asociadas a personas de menos edad, por cultura y por su constitución física. El anuncio logra romper la asociación al mostrar a un anciano realizándolas, por eso es gracioso. Lo perverso, según mi forma de entenderlo, es querer señalar que para un anciano, la ilusión de vivir cosas que aún no ha vivido es a través de beber el refresco.
Hay un anuncio de Evax que dice “somos muy distintas pero a todas nos gusta movernos libremente”. Aparecen solamente mujeres, con aspectos diversos respecto al peso y color de piel. Se percibe que han tratado de representar mujeres de diferentes grupos étnicos. Otros anuncios de esta marca se han caracterizado por representar mujeres jóvenes delgadas de piel blanca.
Según el estudio realizado por Raúl Martínez Corcuera junto con el alumnado de la asignatura “Interculturalidad y publicidad”, “la publicidad niega, por ausencia de reflejo, una realidad social diversa de minorías conviviendo en una imagen cotidiana de normalidad y participación ciudadana.” Separación y distancia social de unos grupos a otros. Aniquilación simbólica de algunos grupos, ¿dónde está la población magrebí que reside en nuestros barrios? ¿Por qué no salen en la tele? Ah, sí que salen… para hablar de lo diferentes que somos “nosotros” de “ellos”.
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