Este es el quinto texto que nos llegó, enviado por Lucía Elena Rodríguez para el "I Certamen literario feminista La Corrala", llamado: Amigas.
Ella es como una amatista, hermosa y llena de curvas. Su risa es cantaría,
y sé que es una expresión muy socorrida, pero es que es verdad. También sus
comentarios son como agujas, bueno, no como agujas, son como bofetones, son
como si hubiese entrado, de repente, una ráfaga de aire, te sacuden. Es
ingeniosa, es sarcástica, y a veces es alegre, porque su risa cantarina a veces
esconde una complejidad mucho más grande que la que te podrías imaginar si solo
“ves” una hermosa amatista.
Le gustaría, a veces, meterse en una concha y estar resguardada como en una
ostra, y otras veces le gustaría que alguien abriese ese caparazón y
descubriera la perla, la acogiera, la abrazara y la quisiera tanto, tanto,
tanto, que nunca más se sintiera sola.
Además de parecer una amatista, parece que da luz con el destello de su
mirada. Y es capaz de captar todo lo hermoso con su cámara de fotos. Mi amiga,
que si queréis le podemos poner un nombre, es esa persona capaz de estar ahí
cuando la necesitas pero también tirarte del burro. Porque dice lo que piensa
y... piensa mucho. La vamos a llamar Yohanna. Cuando lea este escrito se va a
reír con su risa cantarina y va a decir “¿Yohanna? ¡Pero bueno! ¿Y, por qué?”
Ya me la estoy imaginando.
A mi amiga no la he podido llevar todavía a sitios que son especiales para
mí porque... tampoco tenemos tantas cosas en común, sin embargo, siempre que
estoy allí me acuerdo de ella y le hablo de esos sitios. Ella, por supuesto,
hace bromas. Bromas brillantes, sarcásticas, que me tiran del burro. Y se ríe
con su risa cantarina. Y tengo que reconocer que me encanta.
A mi amiga no la puedo ver muy a menudo, porque como ya he dicho, no
tenemos muchas cosas en común, y porque a veces la vida te pone a ejecutar
tareas y a cumplir responsabilidades, y se te olvida vivir la vida. Pero a
veces sacamos un rato para estar juntas, y es como si tuviera una piedra de la
suerte en mi mano, una amatista.
Comentarios
Publicar un comentario