Publicamos el último texto, por ahora, que participa en el "I Certamen literario feminista La Corrala", enviado por Lobalopez.
Aprovechamos para dar las gracias por todas las aportaciones a este certamen y continuaremos con la difusión con la edición de un fanzine con todos los textos ilustrados con los collages realizados entre tantas manos que se unieron a este proyecto.
LA DECISIÓN
Toda de rosa, con un gran lazo en la cabeza, la niña, cinco años, se tira al cubo de agua sucia.
Se para el tiempo.
Los gritos le llegan amortiguados, distorsionados como un disco a pocas revoluciones, la visión se le nubla y solo ve colores, figuras geométricas que convergen en su pequeño cuerpo.
Sabe lo que le espera, no importa.
La mano, grande, dura, con uñas afiladas, se agarra a su brazo como una zarpa, la zarandea, tira de ella como queriéndola arrancar.
No duele, todo está en paz.
Una boca grande y oscura que escupe, que lame, que chupa, se acerca a su pequeña cara, se para y comienza a absorberla.
Resiste, agárrate fuerte, todo va bien.
Se sumerge más y más en el agua maloliente y negra, el agua que escuece, que se mete en la nariz y hace estornudar.
El agua que te salva.
El torbellino, las voces, la boca, se van yendo poco a poco, se introduce la calma, los llantos callados, los movimientos de cabeza y escucha el tan repetido mantra:
Yo no puedo más con esta niña.
Sabe que ha ganado, no tendrá que ir a esa estúpida fiesta en la que no se podrá mover, tirarse por el suelo, rebozarse en el barro, porque le han puesto su vestido rosa, su único vestido rosa y le han colocado los rizos con un gran lazo también rosa y los zapatitos blancos que le hacen daño con los calcetines de puntillas rosas.
Ya no hay rosa que valga, ahora se lleva el color sucio del agua sucia con lejía de fregar los sucios suelos de la sucia casa.
Es la hora de ser una sucia “niña sucia”.
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