"Una mirada a través del espejo de la masculinidad", de Ronald Santos Baron. III Certamen literario feminista La Corrala.

 



Una mirada a través del espejo de la masculinidad[1]

Introducción:

Ruta de cómo llega un hombre a tratar los temas de las mujeres para aprender a ser hombre.

Autor: Ronald Santos Baron.

 

El primer acercamiento a un proyecto de formación política con perspectiva de género se da en el momento que llego al colegio La Merced en la ciudad de Bogotá en el año 2013. Si bien esta idea de la formación política de jóvenes ya tenía dos años se había concebido didácticamente y puesto en práctica como una actividad de formación en el colegio José Manuel Restrepo, el proyecto estaba enfocado desde la mirada “normal” de formación política de jóvenes. Sin embargo, la perspectiva de género se hacía necesaria, porque no tenía sentido acompañar una clase de política sin tener en cuenta las personas que estaban enfrente, pero más aún, ¿podrían entender que es otra política la que pueden e incluso deben aprender?

Los primeros acercamientos se dan de manera teórica, en la construcción del proyecto, pero hasta ahí, no hubo ningún cambio en la manera de ver la política, la educación de las niñas, y menos de la práctica docente de un hombre en un colegio femenino.

El cambio se da cuando empiezo a conversar con diferentes personas, cuando el proyecto sale a la luz, y se requiere formalizar la práctica con relación a la visión femenina de la política y de la práctica docente, no es que no estuviera diciendo lo que las mujeres hacen o no en la política, pero era una visión demasiado teórica.

Estos pasos inician unos años después, y dan la oportunidad de generar un acercamiento a los ideales feministas. Con ellos, se van derrumbando muchos conceptos y preconceptos que se venían utilizando, Por otro lado, la escritura académica y sus reglas, hacían muy difícil la expresión de estos cambios, por ello empiezo a dejar brotar las palabras en forma poética.

Con el inicio de estudios de posgrado en el año 2018 y el acercamiento más allá de la teoría al paradigma de la complejidad, a la idea de que no todo es como parece y que hay más allá de lo que pensamos desde las disciplinas, mi intento por escribir sobre el género se hace más fuerte.

En los primeros escritos[2], siento como fluye la visión del ser masculino creyendo que tengo la certeza de decir algo como hombre sobre las mujeres, pero incluso podría ir más allá, al tratar de hablar por las mujeres.

Está situación se va haciendo cada vez más difícil y con cada escrito, y con cada relectura, la visión va cambiando, hasta el punto de hacer necesaria una revisión de lo que soy, hombre, aparecen todo tipo de preguntas, y el resultado es este pequeño grupo de textos reflexivos llenos de pasión, dolor y transformación al reconocer que también está en las manos de los hombres construir el mundo donde la humanidad tenga cabida no como un mundo visto desde arriba, sino desde la mirada de la otra de frente sin barreras y sin excusas.

Ahora creo firmemente en la necesidad de formar a las y los maestros en conjunto hablando en clave de género, en llevar los temas de las mujeres a la vida escolar, necesaria para generar verdaderos cambios en las prácticas pedagógicas en nuestras instituciones sin otra razón que la de propender por la construcción de una sociedad más justa.

Educar sigue siendo una ruta de transformación que nos construye continuamente en la pluralidad del sentir en comunidad que se da a lo largo de la vida, que se modifica continuamente, por ello reconozco en las políticas públicas un potenciador de la visión del mundo y el futuro en el que viviremos. Es allí donde deberán reflejarse muchos de estos cuestionamientos y poder gestionar ambientes de aprendizaje, que permitan a las mujeres en construcción reconocerse a sí mismas, y crear y reconstruir su propio camino feminista y humanista donde la masculinidad recorra la misma ruta, pero por vías distintas.

 

Así las cosas, es importante señalar que, las propuestas de la política pública de la ciudad de Bogotá en la actualidad (PETIG[3]), son interesantes aunque mantienen los ojos tradicionales de la educación, donde el proceso de transversalización permitiría un acercamiento parcial y fragmentado al proceso, sin embargo, es para mí, más importante priorizar en la política pública de formación docente en torno al tema de género, ya que pueden existir todo tipo de proyectos en las instituciones educativas. Pero, es la voluntad de los maestros en el marco de la libertad de cátedra, la que permite llevar a buen puerto mejoras en los procesos de deconstrucción de la masculinidad y del reconocimiento de las mujeres dentro del proceso educativo en los diversos ámbitos y contenidos que se deben abordar dentro de los planes de estudio.

 

El propósito debe ser entonces, suscitar cambios más profundos desde los programas de formación para docentes en ejercicio y promover la ampliación de la educación en género para los estudiantes que aspiran a ser docentes en las universidades con facultades de educación.

 

Mientras estamos en el proceso de educar, tenemos múltiples oportunidades y obstáculos que sobrepasar para poder abordar lo que nos permite ser, uno de estos conceptos complejos es el cuerpo de las mujeres el receptor de la dureza que el ser masculino me inculcó mientras pienso en mi propio cuerpo[4]

 

 

 

Capítulo I

Desconcierto al amanecer

 

Fueron noches y días oscuros en los que las preguntas no existían y creía que todo iba estar bien sin dar el primer paso para construir el camino en el que deseaba andar descalzo sin temor a equivocarme.

Hoy me miro como un profesor que se enfrenta con el mundo que nos golpea con su realidad, mientras percibo la necesidad de pensar aquello que sucede en nuestras prácticas diarias donde hemos excluido a las estudiantes de decisiones sobre su proceso de aprendizaje, creando currículos vacíos de identidad, donde la pregunta por el por qué esto o aquello no está presente. Las justificaciones las podemos encontrar una multiplicidad de lugares, uno de ellos, la historia recurrente, de dejar que sean los otros los que reflexionen el por qué, lo que ha permitido abandonarnos al placer de ser seguidores y no promotores de realidades pedagógicas que rompan los altos niveles de fragmentación didáctica en las disciplinas, así como alcanzar el reconocimiento de las diversidades con las que nos encontramos a diario, dándoles su lugar. Todo esto, con el objetivo de promover que “la escuela sea un lugar agradable, pero sabemos que muchas veces no lo es” (Assmann, 2002, pág. 23)

Algunas cuestiones que brotan en la constante reflexión:

¿Hay posibilidades que el discurso del hombre pueda construir otra forma de feminidad[5]? Una donde seamos conscientes de nuestras singularidades y diferencias pero que, en pro de una sociedad distinta, aprendemos a vivir juntos, sin negar la historia y las circunstancias que han hecho de la mujer lo otro para el hombre, y que el hecho que sea el hombre quien lo diga, no debe percibirse como otra falsa esperanza de cambio. Aquello que se queda en la superficie y no logra transformar el fondo, así, lo que se quiere es llevarlo a una revisión constante del quehacer didáctico teniendo presente la mirada compleja de la realidad y la perspectiva de género de la manera más integral posible. Dando espacio, además, para reconocer el lugar en el que nos ubicamos para decirlo.

¿Es necesario el silencio en nuestras relaciones asimétricas? ¡No! Es momento de búsquedas incesantes que podrán poner fin al aislamiento metódico para conseguir comunicarnos sin agredirnos.

 ¿Puedo pensar en la holgura de la interseccionalidad la posibilidad de una mujer que encierre todo lo que las mujeres son? 

Hemos luchado los hombres y las mujeres en lados contrarios, y lo único que nos separaba era el mar infranqueable del lenguaje creado por un sistema de dominación que nunca tuvo más que el objetivo de construir un abismo lingüístico que permitió llegar al lugar que no deseábamos encontrar, en este, en el que debemos por fin, poner en relieve la duda de ¿Puede la educación ser el puente que nos atraviese el abismo que el patriarcado y la sociedad desigual han construido?

Hacia el feminismo[6] que nos ayude a recrear un futuro para dos miradas distintas que tienen un fin común el de ser una humanidad integrada por el reconocimiento de lo propio en los ojos del otro. 

En la lucha hay una tregua no pactada con los cimientos del movimiento de las olas de un mar inevitable

la destrucción de los egos de los líderes y seguidores de una corriente que no nos permite pensar por nosotros mismos.

Y nos hace participes de una desintegración social de la minoría, dueños del mundo con dinero y con propiedades que se nos presentan como naturales para dejarnos revestir de miedo.

Las mujeres han luchado durante siglos por su derecho a autodeterminarse ¿Cómo un hombre que tiene como labor la formación secundaria de niñas puede contribuir a una postura feminista no válida para ellas?

Es por ello, que debe deconstruirse aquella feminidad que ha sido descrita y propuesta desde la legitimidad de la desigualdad de género, donde el cuerpo de las mujeres es objeto para el hombre, y debe pasarse a la construcción de mujeres capaces de autodeterminarse, apropiarse de sus decisiones incluso van desde su manera de vestir, hasta el cuerpo que desean exponer.

 

¿Es posible contar la historia de la cultura, la religión, la economía desde ópticas distintas, hasta el punto de contribuir de múltiples formas a la visión holística de la humanidad?

Si contamos la historia teniendo en cuenta la visión de lo femenino revisando y polemizando lo contado ¿Se puede construir una sociedad que reconozca el rol de lo femenino como una parte de la totalidad de la humanidad?

¿Si las historias contadas, se cuentan desde múltiples voces y miradas, pueden construir otras sociedades?

Un hombre que se enfrenta a su rol masculino todos los días, ese hombre que, en el sentido de no ser eso que le han dicho que debe ser, se angustia y se cuestiona. Por ello, las preguntas planteadas se han convertido en una oportunidad para pensar su labor como docente-hombre en un colegio femenino. Como un espacio de construcción de una masculinidad nueva.

La mirada compleja de la desigualdad de género permite reconocer que ha habido elementos que se han dejado fuera desde que empezó a reinar el ideal del pensamiento cartesiano y el hombre máquina, uno de esos discursos es el feminista, el lado oculto de la mitad de la humanidad, que ha gritado en silencio desde el inicio de esta forma de comprensión, y hoy, sus gritos son cada vez más audibles.

La decisión es tomar partido por otros lenguajes, del mismo modo como Eduardo Galeano (1995) se pregunta: ¿por qué la necesidad de leer ha de ser enemiga del placer? (p. 7) Hoy no se lee lo académico, ya que nos hemos inscrito en el capitalismo de la escritura académica, donde el conocimiento no es para disfrutarlo y hacernos libres, sino para ser publicado.

Quiero decir con palabras propias lo que en académico sería una falsa aplicación del conocimiento, decir en términos normales aquello que debe salir de lo común.

No me considero poeta, solo un hombre lleno de palabras sueltas, que espera que sean escuchadas por otros ojos y vistas por otros oídos, unos que reconozcan que la vida es polifacética, y multidimensional, y que somos simultáneamente palabras y sentimientos donde la violencia y la paz se transfiguran en nuestras maneras de percibir el mundo.

Estas palabras brotan en consecuencia de la lectura de especialistas, de algunas teóricas feministas y la práctica cotidiana en convivencia de mi trabajo como docente en un colegio femenino. Solo añadiendo conversaciones que se han derivado de compartir los borradores de estos escritos en el trascurrir de la comunicación y el hacer docente.

Creo en el conversar como espacio de cambio y de aprendizaje como la transformación y el cambio cualitativo de estado en una búsqueda constante de equilibrio, donde cada historia que se cuenta permite valorar y establecer conexión con quien la cuenta, no se conversa solo por voces y miradas, también con silencios prolongados que dan espacio para el escrutinio de un rostro y un cuerpo alejado y que nos hace ser en comunidad.

El aprendizaje comprendido como vida es una oportunidad para ser en el cambio y con el acercamiento a los discursos de la feministas, los antifeministas, los promasculino, y todas las posibilidades de teorías sobre cómo son o deberían ser las cosas entre hombres y  mujeres te pone de relieve frente a las posibles realidades a formar y las que la historia te cuenta, pero está claro que debemos tomar partido por la construcción de una realidad que pueda traer beneficios colectivos y no solo individuales.

¿Qué sigue?

La vida no es singular, sino plural, no estoy solo ni estamos solos como cuerpos sin compromiso con el entorno, somo lo que decidimos ser, y hacemos con ello nuestro propósito, al verlo con otra mirada, podemos cambiar de rumbo, y con esa intención dar vuelco a lo que hacíamos antes y hacerlo de nuevo de otra forma.

Cuento una historia sin pretensiones, solo quiero decir con otras palabras la historia que he imaginado debe contarse hoy a las mujeres en formación. Porque la historia es dinámica y no debe seguir siendo cómo siempre ha sido.

Mientras las preguntas siguen apareciendo…

¿Hasta dónde podemos llegar los hombres que formamos mujeres para no repetir la historia contada por el patriarcado?

¿Tienen los hombres algo que decir frente al proyecto de mujeres en construcción?

¿Hay límites al mirar los ojos de las mujeres?

Estos cuestionamientos siguen en la cotidianidad, se mezclan con la realidad y la teoría, se dibujan en las pinturas, en las películas, en las redes sociales y en la radio, no son solo mías ni son únicas. ¡Viven!

 

Alteridad pérdida

 

1

En la primigenia humanidad,

una totalidad quebrantada por un acuerdo mal contado.

Dicho tantas veces,

que un día olvidamos que era una ilusión.

Éramos uno,

¡Unidad furtiva!

y en el camino nos separamos,

nos convertimos en dos partes

¡opuestas!

Que caminan ahora el mundo que no es más el mundo.

 

En el momento que no pensamos,

se dividió el trabajo

Nos dijimos las mentiras que se pusieron en pedestales de verdad.

Y así, solo quedaste como lo débil,

 ¡lo otro!

Ellos, quienes hurtaron las voces

 decidieron nombrarte diferente.

 

En la morada te quedaste para cuidar,

no por debilidad sino por decisión colectiva.

De apoco, fue cambiando tu posición

y luego,

 en desesperanza se convirtió.

 

En la ruta de la transformación

 lo que en el inicio era conjunto

apoyo mutuo

comunidad

sistema humano

complementariedad

interdependencia

conexiones íntimas

¡Lo hicieron trizas!

 

Al volverlo sumisión,

intención de mostrar ahora,

lo que no podíamos ver con los mismos ojos.

Nos cambiaron la forma de percibirnos.

Y fue como nació lo femenino,

aquello divulgado como diferente

para luego no necesitar ser descrito.

 

Nace también el hombre

como palabra con la que podíamos hablar de nosotros.

2

Estaban sentados alrededor de la hoguera al borde de un calor abrigador;

hombre y mujer como iguales;

decidiendo quien haría mañana cada tarea hasta ahora descubierta.

Discusión acalorada, ires y venires de proyectos individuales, y encuentros colectivos

al amanecer y, sin otra cuestión que llevar a cabo lo acordado,

hombre y mujer se dispusieron...

al final de un día inmisericorde,

que hizo probar al hombre toda su fuerza, su resistencia y fiereza;

todas las palabras sobre capacidad corporal aparecieron.

Una a una fue usada por él.

Mientras, en el sitio donde reposarían,

todas las cualidades para aprovechar lo existente,

para entender el entorno, para amar lo inocente,

para comprender lo necesario para vivir bien, fueron usadas por ella.

3

Cualquier día que no conocimos, la alegría invadió el hogar de aquellos humanos,

una nueva vida se estremecía al nacer.

Un nuevo integrante y así, sin más,

 la familia era un nuevo concepto.

el acuerdo era ahora más necesario.

pero en el punto estelar,

cuando las historias cobran valor,

un hombre alborozado en su día,

cambio el acuerdo por ordenanza

ahora él, era el primero, y ella lo segundo

ahora él, era lo importante y ella lo rezagado

cada día que pasaba más se lo creían los hombres y las mujeres

Un día cualquiera que nunca nos contaron,

era tu cuerpo no más un complemento y sí un objeto dispuesto.

4

En un viaje en el tiempo la historia de la mujer se partió,

gira hasta ser un cuento,

Un cuento de Hadas[7],

desbordado de princesas y sirvientas.

Cruzaremos todas las intersecciones que podemos encontrar en la feminidad.

Te doy mi cuerpo y tú me proteges.

Te doy mi cuerpo y tú me usas.

Te doy mi cuerpo y tú me dejas vivir.

Te doy lo que me queda, para que tus días sean más encantadores.

Como el príncipe que pretenderás y harás esperar.

¿Podría haberlo sabido?

 Será tu pregunta cuando al fin los ojos dejen las tinieblas de la verdad contada.

5

Cada vez que el dinero apareció en forma de poder te ha dejado un delirio que nos arrebata lo único que es tuyo, la vida.

6

No hay justicia en tus palabras, porque me has llamado para ser tuya.

Me he escapado de mi ser.

no ha habido límite en lo que has querido.

siempre seré lo único.

no se puede recordar cuando seré yo quien decida

que mi autodeterminación es obligación de otro

7

En el paraíso que me has vendido,

aquel fin último para quien he sufrido.

Estallido en un ceño fruncido

Ansias de un sueño,

Un solo sueño.

Asumo que hay uno solo para todas las mujeres.

8

No me puedes pedir que abandone mis pretensiones,

pues contigo a mi lado,

cada día he cedido un poco,

para que tú me obligues a vivir,

lo que ni en el más terrible sueño aparecía.

9

Los cambios que quiero hacen temblar tus certezas

Dejarme ser

No será fácil

Dejarme actuar como quiero

No te hará sentir bien

Dejarme decir lo que pienso

Puede hacerte dudar.

Las piedras antes inamovibles, hoy quiero apartar del camino.

Están en tu corazón las circunstancias que antes eran válidas.[8]

Hoy no puedo sino esperar que me aceptes y no me impongas tu percepción del mundo.

Queremos construir una vida juntos, y sé que no será fácil.

Espero no romperlo todo para armarlo de otro modo; 

pero sé que dolerá. Estoy aquí para gritarlo, no lo aceptes porque soy yo quien lo dice.

Acéptalo, porque te has convencido.

Mientras hay un caminante de tu lado

Sin obligación, pero con valentía

Ha decidido por el cambio

Y está dispuesto a luchar por él, cuando tu lo estes.

10

Solo las palabras cobran sentido cuando te veas a ti misma como mujer.

Como sujeto político

Transformadora

Dispuesta a participar

Dejando en la cotidianidad la huella del futuro

Que estás dispuesta a crear.

Palabra fuerte y con poder de cambio. ¡Mujer!

Honesta con las posibilidades siempre abiertas.

El cambio que deseas no vendrá de la mano de quien te lo ha quitado.

Es tuyo y debes tomarlo ya.

La magia de tus pretensiones están en la negación que un día se convirtió en potencia.

 

Capítulo 2

Alborea la esperanza de cambio

 

Es interesante el proceso de comprensión del aprendizaje cuando la enseñanza [P1] se problematiza y damos paso al diálogo de saberes. (Zubiría)[9] Nos estamos comunicando a diario en nuestras aulas e instituciones y con ello, aprendemos, nos encontramos un grupo de extraños para conocernos, en el conjunto estamos construyendo rizoma. Aparecimos como individuos separados, fraccionados en requisitos de participación, buscamos sembrar una raíz que se ancle en la tierra y que cada una de sus yemas llegue tan profundo como sea posible, para que las ideas más fecundas y placenteras se muestren para todos los que una vez fueron uno, para ahora, ser un todo.

 Para mí como docente, el diálogo es una metáfora de construcción y deconstrucción continua del aprendizaje en comunidad donde somos unidad diversa, donde cada uno de ‘nosotros’, con sus emociones y particularidades es un punto en la línea, una célula rebelde que buscan calentar un sistema educativo jerarquizado y dominado por discursos antiquísimos, no por la edad sino por lo perjudiciales para la construcción de conciencia de nuestras estudiantes.

Seguimos la historia, ahora en forma de diálogo.

Este diálogo se presenta como primera respuesta, no son solo mis palabras que en lenguaje figurativo se presentan para decir lo que pienso, sino que, además son los pensamientos que han estado tejiendo con la información que logran desequilibrar con cada escucha y cada lectura sobre lo que pasa en el mundo femenino, ese que durante más de 30 años fue desconocido y que pasando por todo tipo de ámbitos educativos no fue visible.

 

El diálogo, es una apuesta por dejar hablar las voces en mi interior que no solo están en ruptura constante y en contradicción, sino que paradójicamente conviven para darme ninguna certeza y menos una realidad moldeable.

  Diálogo entre dos partes de una misma unidad

 

En los misterios de la humanidad una vez nos dividimos

Nos convertimos en múltiples.

Cualquiera es el otro, ahora en un diálogo intelectual entre dos componentes de una misma unidad.  Sol y -LUNA- iluminan nuestro firmamento y juntos son esencia para lo que consideramos día.

 

Una travesía por los inaudibles encuentros de un par de soñadores que recuerdan los tiempos en los que hablar de uno y de otra, no era más que fantasía.

 

-SOL-- Te levantaste como hombre y observas como tu cuerpo masculino se ha convertido en estado fisiológico con el que reclamas y obtienes el poder de poseer otros cuerpos mientras tu…

 

-LUNA-- Percibo la dominación y el sometimiento como tu mandato, 

Soy vencida, disciplinada, violentada, criminalizada, excluida, asesinada, abandonada, empobrecida, reprimida, colonizada, victimizada; al fin, como cosa, me pones a tus pies, con el objetivo de pasarme por encima.

No he decidido, pero he aceptado con dolor una posición de subordinación y obediencia.

Nos acostumbramos a recibir órdenes y a cumplirlas para ti.

Sin embargo, reconozco que no soy solo yo quien obedece.

Somos los dos, solo que yo he levantado la voz tan fuerte como una erupción volcánica, mientras tú, sigues callado, postrado en el horizonte lejano, guardado entre los privilegios que la masculinidad te da, pensando que somos nosotras las que debemos cambiar las cosas, solo a nosotras nos afecta.

 

-SOL-- Lo ves, en tu armonía al aceptar tu cuerpo como territorio y cuerpo que domina

 

-LUNA-- Ríete, y siente, no es cierto

Estamos los dos envenenados por tu mandato de masculinidad.

Solo sé que estás ahí, y tu no has dicho lo que piensas, en este diálogo te invito a conversar.

 

-SOL-- Es tiempo de construir acuerdos y de responsabilizarnos por las posibilidades que nos abren, y de las circunstancias que nos apegan, 

 

-LUNA-- Somos seres en relación con los otros 

En la sombra de las ilusiones han crecido quienes en su lamento han extinguido su último aliento.

Sombras de ayer, ilusión de hoy, sueño de mañana, cuento sin terminar en el camino que derrumbó el paso que llegaba.

 

Nací del temor y en él albergó mi deseo de morir.

 

Cambio un cuerpo por dos que sean capaces de entregarse hasta la unidad.

 

Ellas y ellos que son a su vez otros

Descubre, como la producción de la masculinidad obedece a procesos diferentes a los de la producción de femineidad.

 

-SOL-- Estamos en caminos que se cruzan y en manantiales que llevan agua fresca

 

-LUNA-- En cada encuentro,

Florecen las discrepancias con cada voz levantada

Y, aun así, sólo nos queda resistir

No doblegarse es no entregarse al poder sin decisión 

Y ceder para ser nosotras y ustedes, es el deber de la ciudadanía que cambia rumbos

O se miente a sí misma

 

-SOL-- No quiero seguir la lucha de compadrazgo sin límites y con violencias que perpetúan el camino de sangre y dolor que la división ha sembrado en nuestros senderos.

 

La esperanza no está en la otra, soy yo quien debe levantar la voz, son mis condiciones las que van a cambiar

Podrán crear esperanza

Es mi posición la que dilata el cambio

Hoy no hablo para los de afuera, hablo para mis adentros,

para que mi grito se guarde en silencio en mi memoria

Pero, que no deje de caminar hacia el lugar a donde pueda decir quién soy sin suponer superioridad o dominación. 

 

-LUNA-- no solo queremos poseer el cuerpo

queremos su tiempo

queremos su amor

queremos que puedas ser. 

 

usamos la vida para hacer frente a la interdependencia que nos ha convocado

a desafiar lo real

y definirnos en sueños de intimidad

 

mujeres y hombres masculinizados que no actuamos solos

incluso violamos en grupo.

paradigmas de masculinidad[10]

deporte y competencia

 

-SOL-- Me pregunto por lo aprendido en tiempos donde preguntarse si era correcto no era posible

Ahora me cuestionan múltiples situaciones cómo:

¿puedo controlar mi deseo? 

¿puedo ser menor a mis intereses? 

pero ¿puedo ser intenso en los seguimientos? 

 

-LUNA-- escucho tus Palabras que me quiebran, me rompen 

en pequeños pedazos

No, es el poder que impide.

Somos, en relaciones de poder

Pero al poder nos dejamos perder y poseer. 

Quiero ser sin poder

Quiero tener sin poseer

Quiero la lucha continua entre iguales que construyen castillos de arena

Que se destruirán cuando los caminos no lleven a los mismos fines

Quiero que el agua corra libre entre nosotros, que no subvaloremos nuestro ser

Quiero el cuerpo que siente para mentir y para decir verdades

Quiero la furia del encuentro amoroso cuando la pasión es insostenible

Como quiero, el encuentro entre ideas disímiles incluso contradictorias cuando el discurso no obtenga victoria. 

 

-SOL-- Quiero lo que quieres, cuando acepto quién eres y cómo eres

Falto yo, quien aún no se hace las mismas preguntas, quien desobedece, pero no arraiga sus voluntades disimiles a la mayoría.

 

-LUNA-- reconozco Qué entre iguales se presentan discusiones, disociaciones y altercados candentes. 

Pero, en la más rica conversación se busca conducirnos al bienestar del acuerdo que redunda en compromiso indeleble

Que se cumple sin miramientos. 

 

-SOL-- No quiero pedir imposibles

No quiero soñar lo posible

Ni dormir entre las piernas de un deseo no resuelto. 

 

-LUNA-- Tampoco quiero estar en medio de dudas y de certezas que asumes imposibles

Te quiero incierto pero cambiante

Te deseo lo mejor cuando al fin, no sepas más como seguir

Cuando los caminos se presenten con alternativas y podamos escoger JUNTOS

Solo ir a donde los DOS queremos,

 

-SOL-- Frente a ti yo te digo cuanto

Te quiero a ti como mi igual de frente poder perdernos en la profundidad de tus ojos, desear acercarme sin temor

Y reconocer fácilmente cuando el No

Es la certeza que abunda en tu deseo. 

 

-LUNA-- Fuimos, somos

Pero en el camino podremos reconstruir

Tejiendo

Tramando una nueva figura de lo que ser hombre puede ser y de la forma como el lenguaje nos construye. 

El conocimiento está encerrado en las costumbres que hoy son claras en la noche que nublada recibe el amanecer 

En un despertar de fría soledad. 

 

-SOL-- Fomento la actividad de pensar para no olvidar el placer que la oscuridad y el incierto pero efímero tiempo, nos abraza para decirnos que no debemos recibir los mandatos de potencia que nos obligan a dejar de lado lo que somos. 

Universo de cuerpos torturados por un discurso invisibilizado, nos han hecho ciegos a la maldad de una verdad no dicha pero inscrita en nuestro interior con tinta indeleble.

 

-SOL-- Decirlo es temor, soy hombre encerrado en los deseos de un patriarcado que no conecta, sino que ha decidido a través de la historia que los hombres contamos

Que el fin era la separación que nos permitía la dominación de los cuerpos formados en territorios de uso. 

 

-SOL-- SOY educador en tiempos donde educar puede verse siniestro, vuelca la mirada al conocimiento, en él hubo refugio, saber el objetivo

Desconocer era castigo, ¡no!

Es grito desolador que sólo en el más infinito silencio será escuchado 

¡No!

 

Y no

Grito

Por la violencia que se esconde en mis palabras

Grito

Por las miradas que te irritan sin cesar

Grito fuerte y sin aliento deseo quedar

Al pensar en el daño que no sé qué puedo causar. 

Enfrascado en pensamientos que me hacen ser quien has odiado que sea

 

Acepto impotente que podría no cambiar

Podría saber que todo ha andado mal, y no tengo ninguna certeza que la transformación que tú necesitas que sea, pueda ser realidad. 

 

lucho en mi interior por la construcción vincular

discurro continuamente por las fallas del sistema

soy parte del sistema

me pierdo con rapidez en el fin de semana

viajo al capitalismo en el centro comercial

y el vínculo se rompe

vuelvo a ser el ser que consume cuerpos

que busca cosas

 

lucho sin sentido

sin logros disfrutables

pero no creo en parar, mi obligación es la de cambiar no es solo hacer ideales en un establecimiento de oportunidades, sin embargo,

me pierdo en las esquinas del desorden del decir

has trasegado conmigo, dudas e incertidumbres

voy inquieto por los corredores y en las aulas con imaginación voy diciendo cosas nuevas sobre historias ya contadas.

 

-LUNA-- comprendo tu mandato de masculinidad, donde se comunica inestable alejado y por encima de las instituciones

es político, encargado de la intención de minimizar el otro proceso de politicidad no violento, no impuesto

no femenino

por tanto, no dialogado

estamos inscritos en la modernidad de un pensamiento que nos hace diferentes y simples objetos que se cuentan de uno en uno sin un fin más claro que el de dividirnos en individuos sin sentido. 

 

-SOL-- He estado preguntándome sobre el valor de la palabra, y de su conjugación con el rol de la mujer en una sociedad donde les han enseñado a estar en silencio

 

 

-LUNA-- El lenguaje nos da la posibilidad de expresarnos

Nos aquieta y nos despierta

Nos distingue y nos conecta

Somos aquello que las palabras dicen y decimos lo que hemos decidido ser. 

 

En la cultura de lo femenino somos las voces y sus consecuencias

Decimos y negamos lo que nos conviene

Me pregunto incesantemente:

¿Qué deben saber nuestras niñas? 

¿La cultura quiere algo de ellas? ¿cómo lo quiere?

¿Por qué lo hace?

Y lo que logra ¿lo deben saber?

Decidir continuarlo o cambiarlo ¿es una decisión personal?

 

-SOL-- Lenguaje oscuro que opaca la claridad de una sociedad con principios de cambio

Has usado y dejado a un lado las iniciativas antes buenas, para volverte parte de lo que antes criticabas

Cambias de posición y con ella las expectativas

No hay rumbo, los vientos de cambio son un símbolo de oportunidad

Te amenazan y luego son tu fuerte

Te modela a ti misma y como mercancía manejas las teorías que quieren derrumbarte.

 

-LUNA-- En el sistema estamos insertos y en él nos reconocemos

Nos salimos para criticarlo y nos perdemos

¿Cuándo podremos cambiarlo?

¡desde adentro!

Es seguro 

¿Seremos capaces de crear entropía? 

¿O tendremos que aceptar que es energía que no se destruye?

Y nosotros

¿la materia por la que se transporta? 

 

Usas el lenguaje de la edad y de la ternura para denigrar a la mitad de tu población, y acto seguido

Las fuerzas que buscan mantener el estatus quo, se fortalecen

Te dijimos como son las cosas

Que estabas haciendo mal

Te dejamos al descubierto

Y en las esquinas de la crisis te has hecho más fuerte

Hoy, con ilusiones corrompidas

Con sueños rotos 

Y liderazgo recogido

Dominas

 

Haces sonar bonito lo que cambio requiere

Parar en el afán de decidir quedar en completo silencio. 

 

-SOL-- Desde la periferia el discurso feminista, hoy se convirtió en centro del debate, todos y todas hablamos de ello.

Pero en la casa,

los principios inamovibles, siguen construyendo un pasado que trabajamos para olvidar. 

 

 

-LUNA-- Heme aquí dormida en mis pensamientos,

recostada sobre esperanzas que hacen apacible el pasar de las nubes en la atmosfera de cambio 

¡Como me abruma!

Pocas veces me he encontrado frente a mí, para reconocer lo que fui, nos es lo que soy

Y nada tiene de claro sobre lo que seré. 

 

Vientos huracanados que violentan la estabilidad de un tiempo donde estar tranquila era lo normal

Espaldarazo de un traje de día que te despierta para recordarte que vivir es posible

Gracias a la incertidumbre.

 

-SOL-- En la visita a las puertas del Cómo aprendo, he encontrado que somos lo que nuestro ser biológico y nuestro entorno en constante juego crean en nuestro interior para ser expresado en nuestras elaboraciones del mundo.

Con estas visitas, me he encontrado solo frente al conocimiento, que una vez creí afuera, y que era propósito vital perseguirlo, hasta acorralarlo y hacerlo mío, como poseedor de mercancía.

 

Hoy cuando comprendo que lo único que puedo es dejarme perturbar, reconocer que estoy en un vórtice conceptual donde mi entorno se mueve, se aligera y se endurece con cada decisión, puedo hacer mucho con ella, e incluso negarla.

Unos días estoy despierto y encuentro donde podemos hacer, donde sembrar para ir regando y que la semilla del mundo mejora ese que soñamos en silencio, empiece a crearse a través nuestro actuar.

Capítulo 3

ABRIENDO PUERTAS IMPOSIBLES DE CERRAR

 

Dejé salir miles de palabras en los capítulos anteriores, dejé la piel y puse a merced todos mis miedos e inseguridades, los que siempre han estado ahí cuando quiero presentar un trabajo escrito.

Por fin hoy, puedo decir que los miedos no se van, pero ya no me arrastran tan fuerte a lo convencional, prefiero dejar que las palabras alcancen oídos abiertos y que en la generalidad de lo que queremos construir, una academia donde la totalidad de formas de ver y sentir y sobre todo escribir, tengan cabida.

 

En la búsqueda de mejorar, empeoré, pero sin miedo a verme mal seguí buscando en mí, en las lecturas, en los cursos, en los videos, y más que nada, en las conversaciones, que poco a poco se fueron convirtiendo en la razón de ser del trabajo a realizar, ya no es importante el producto, tu carrera como educador, no es más una mirada que se da en un momento y circunstancia “obligada” por una entrega, no; es hora de vivir lo que aprendes. Ahora busco conversación, y en ella digo sin temor lo que pienso, no para imponerlo, sino para poder ser cuestionado, desmantelado, ojalá enriquecido, pero siempre con el fin de aprender conversando para luego, seguir conversando sobre lo aprendido.

 

Con relación a las preguntas del primer capítulo, siguen corroyendo mis pensamientos y se presentan en toda oportunidad como obstáculos y como trampolines, mientras el miedo me abraza ¿Tienen los hombres algo que decir frente al proyecto de mujeres en construcción?

¿Está el movimiento de hombres por la igualdad dentro del feminismo o más bien en el margen? ¿Debemos visibilizarnos en el espacio público o reservar el protagonismo a las feministas? ¿Hay que destinar fondos públicos a trabajar sobre nuevas masculinidades?

 

Miedo a salir

Miedo a tener

Y sobre todo miedo a saber

Cuando sabemos queremos decir

Cuando decimos creamos distancia

Y con la distancia derrumbamos la paz que antes,

mucho antes

era nuestra naturaleza

Y hoy, es nuestro ambiente.

 

Somos potencia de destrucción con el lenguaje inapropiado y potencia de construcción de cambio con el silencio y la aceptación sin juzgamiento, sin aislamiento de la diferencia, pero sin voluntarismos que incorporen poderes basados en la inseguridad que rebotan en la naturaleza del inseguro a barrer con su fuerza las tenacidades del otro.

¿Qué hace el hombre hablando de feminismo? Preguntándose por su rol en una sociedad desigual. Hablando de lo desconocido en las sombras de lo diferente. Creando ambientes de interés para hablar con los que tenían la voz cortada por el desinterés. Resucitando la fuerza de una voz apagada antes por el desconcierto de lo imposible. Pensarnos como iguales desde el inicio. Somos hombres que queremos que las mujeres estén el lugar que les corresponde, no como una concesión ni como un favor.

Somos la combinación que debe romper el sesgo de lo inevitable, para que en las palabras se construya lo que los deseos ansían. La igualdad en la diferencia y la racionalidad en la emocionalidad al reconocernos en la mirada del otro con las reservas de quienes estuvieron al margen por mucho tiempo.

En las circunstancias en las que me encuentro, como profesor de secundaria en colegio femenino, sigue siendo difícil separar lo que se espera del aprendizaje y de la enseñanza en la construcción de una sociedad menos sexualizada desde lo heteronormativo y de la dualidad destructiva que no reconoce la complementariedad.

Por ello:

 


quisiera a veces

creerme el cuento de escritor

cuando solo permito a las palabras volar

desde el interior que estuvo mucho tiempo en silencio

ahora puede expresarse con libertad

sin rumbo

sin sentido

solo con la fuerza del placer de decir en conversación

de frente contra el papel y

la pantalla antes en blanco

dispuestas ahora para el encuentro de ideas

frases y versos

que resuenan en las calles de una mente buscando expresarse


.

 

Es perturbador el viaje al interior del ser masculino porque se inserta en la imposibilidad de decir o enseñar, sobre lo que las mujeres en construcción pueden o no hacer. Pero, el ánimo sigue intacto, la fuerza aumenta para seguir buscando, en este intento que sigue soltando palabras, me quiero centrar en la lucha de los hombres que no aceptan lo que nos han dicho que somos, y de las mujeres que llevan gritándolo por más de un siglo, con la voz y las armas que el silencio y la acogedora casa le permiten a la mayoría, y también a quienes en las calles, y las letras se han refugiado para decirnos todo lo mal que estamos y lo mal que seguiremos si no hacemos algo. ¡Cualquier cosa!

Mientras sea diferente al actual estado de cosas, puede ser un camino. Sabiendo que equivocarse es posible. Pero, en las derrotas no habrá desaliento, sino impulso para no desfallecer.

 

Mi mayor entusiasmo se da, cuando encuentro que no solo las mujeres hablan de feminismo, que hay múltiples feminismos, que el lenguaje crea y recrea en su uso.

Aquí, dejo otra muestra de palabras que se liberan en espacios de discusión listos para debatirse.


Contenido

 

I

Viajo en la palabra género buscando los límites de mi identidad,

voy corriendo en dirección a lo inexplicable

para encontrar en la expresión un limitante.

No hay sinceridad, es una cárcel

No crea paz en el limbo de las palabras

Grito

¡Somos!

menos

¡Somos!

más

¡Somos!

al mismo tiempo lo que el lenguaje no alcanza a expresar.

Es ordinario en los encuentros de seres humanos

Que llenan el vacío del lenguaje con frustración.

 

II

Nací cómo quiero ser y en el lenguaje

me dominan sus rutinas.

no sabemos hablar, y el lenguaje es pobre

para decir aquello que la realidad convoca.

 

III

Somos polvo de estrellas que se apagan en la soledad

donde la mayoría siente un menosprecio de exiguos hombres

que han construido un pedestal de odio

en el que sobrepasan la audiencia

del temor por querer cambiar.

 

IV

ha sido perturbador enredarse en la palabra feminidad

encuentro en cada paso una salida y mil entradas

se puede perder de vista con rapidez

quien Con certeza se movía en sus entramadas

entrañas.

 

V

voy trasegando las lentitudes de una sociedad de derechos entrelazada en deberes

cuando ha dejado la voluntad

de ser la sociedad de todos.

Convirtiéndose en la sociedad soñada por unos pocos

paraíso para ellos,

quienes la eternizaron

a través de las instituciones

transmutando en tormento para la gran mayoría

que seguimos deliberando en cada café,

en cada aula, en las calles

hasta hemos protestado sin sentido

y con muchas ganas hemos de gritar

¡se puede!

 

VI

Habrá furia en cada clamor

desaliento en cada saludo

y desventura en el silencio y la ignorancia de quien debería escuchar.

 

VII

fuego en las miradas y desasosiego en las mentes,

cabalgamos sin tregua por los avatares de una lucha sin cuartel

en cada corazón roto por la violencia de genero

que han acumulado palizas en las espaldas;

dorsos de las luchadoras

aguantan la señal de quien recuerda el abuso.

 

VIII

en la feminidad construida, al cerrar las piernas

hemos descrito el poder sobre el cuerpo

para desmantelar y hacer pueril su valor frente a la colectividad ajena

y en la angustia por desaparecer

los límites de la diferencia y en la búsqueda de la homogeneidad

los otros se apoderaron de ti.

 

IX

hay abundancia de matices y de vergüenzas llenando el púlpito

en una casería

sobre los llenos de necesidades

quienes arrastran su sentir

por las calles de una locura donde ser mujer es un castigo

 

Lucha

 

I

Deja salir tu voz

Que vuele fuerte,

Que rompa el aire,

Que disipe la confusión creada por la cultura antes dominante.

 

II

Han dicho lo posible sobre tu ser

Han decidido sobre la potencia en tu sentir

Pero no te hemos dado espacio

Ahora

Permite al lenguaje de tu interior decir lo que sientes

Busca oídos abiertos y mentes dispuestas

A nombrarte como quieras, tal vez has querido;

Seguro te lo has preguntado.


III

No quieres castigo por ser quién eres

Solo quieres levantar la voz, y

En papel indeleble plasmar la palabra que te comunica desde el origen.

Alma y Tierra en concierto las construyes, comunidad de arraigo.

Buscamos quedarnos donde las cosas ya no son lo que nos motiva,

Donde saciar el hambre no es suficiente para arrebatarnos tus miradas.

Encuentro en el que podemos desafiar el tiempo y el poder,

para luego en la oscuridad del silencio

perdernos en la unión de múltiples ideas, que nos agrupan y separan

continuamente, pero no nos aíslan en las diferencias

remarcadas en el señalamiento y la mitificación.

 

IV

Afuera en la concurrencia un grupo de mujeres se reúne

a discutir sobre el cambio

aquel que no se percibe posible

pero que la lucha ayuda a conciliar el sueño.

 

V

en las calles una a una después de "dejar todo listo"

se prenden las alas,

las llamas y se ponen los zapatos de color transformación

en posibilidad, sueñan los ojos perdidos en la multitud.

 

VI

no hay camino fácil al recorrer cada esquina y sentir las miradas penetrantes,

unas de apoyo silencioso y sin compromiso

y las otras de juicio, de acorralamiento

de impertinencia y de ingratitud.

 

VII

Fuego sale de tus palabras en formas de cánticos o de alabanzas por tus causas

al final solo los arreboles de la tiranía se sienten presos de los imposibles.

 

VIII

Caminante que lucha y en su caminar deja las huellas de un porvenir inmaculado

tocado solo por los triunfos en las noches de tranquilidad,

conseguidos por los beneficios de saber que estás haciendo

lo imposible

¡posible!

 

IX

Desean que las luchas no se apaguen por las ansias de triunfo

en el proceso,

la lucha es el objetivo.

El resultado será vivir esa vida que anhelas en el silencio de tu hogar

cuando decir no sea el objetivo

X

Estas ahí donde te han puesto las costumbres

Nunca te has preguntado sobre posibilidades

Porque en la comodidad de lo vivido te arraiga.

Eres tú y así está bien.

¿Quién será quien pueda algún día despertarte?

Tú, solo tu.

X

caminos recorridos acompañadas de las certidumbres de lo equivocado

y de las incertidumbres de logros inalcanzables

pero, tienen la fuerza de levantarte cada mañana

para seguir recorriendo las pistas de la vida.

 

XI

Te encontraste un par de veces frente al espejo y viste otra realidad

¿Cómo lograste seguir?

Ni tú lo sabes.

Con el paso de las arenas del tiempo en tu vida;

no hubo diferencia y sin pensarlo demasiado,

estancada en la mirada de la tranquilidad se han

disuelto en certezas las preguntas.

 

XII

Pies cansados

manos agotadas

voces desaparecidas

hombros cubiertos de sol y de lluvia

sueños aplazados

dulzura en tu mirada invitándonos a unirnos.

 

XIV

soledad en las calles después de cada marcha

todo vuelva a la normalidad

te vas a tu hogar

te esperan muchos deberes, algunos escogidos y otros premiada por la imposibilidad de decisión que te ha dotado

esta, tu sociedad mucho más que desigual.

 

 

Cubierta

I

¡No tan rápido!

No olvidemos la lucha que se realiza al dar un paso en la calle

Esa batalla que libras frente a las miradas hostigadoras

Las palabras que impregnan el irrespeto hacia tu persona

La violencia que los hombres hemos proyectado como certificado de la debilidad femenina.

Caminar en una calle con un vestido,

un pantalón apretado, una falda corta,

un escote.

En fin, la ropa escogida.

Es vuestra cubierta de lucha,

la armadura que algunos hombres asumen como invitación a la agresión.

Tu reviertes el sistema al decidir que ponerte,

al no cambiar para verte como ellos quieren,

para amarte como tú quieres y no como te han enseñado.

 

 

 

II

Reviertes las entrañas de un mundo ciego que no percibe tu luz de cambio.

 

III

Esta lucha más vehemente, más intensa

¡Continúa!

Desgastante hasta apagar las miradas.

El ánimo y las lágrimas no se ocultan ante los improperios dichos en ocasiones al oído.

Te hipnotizan y de nuevo te revitalizan

Son tu causa y tu motor.

IV

Vamos, venimos en lucha constante.

Es ya una batalla diaria, no se escapa para quien decide reconocer la brutalidad de estos tratamientos y ocultar su esencia corporal.

 

V

¡Eres Mujer!

Cuando entiendes que la lucha no es contra las otras mujeres.

Algunas por convicción o interés

ponen su cuerpo en exposición.

¡Recuerda!

No hay silencio que pueda mantenerse callado

Frente a la injusticia de juzgar por vestir

Lo que te han obligado

Por costumbre a cuestionar en cada legado.

 

VI

Eres la crítica sinuosa,

castigas con lengua venenosa

Desgarras las vestiduras en palabras de burla y crítica destructiva

Paradoja.

Ella quien no encaja en tus principios,

esos que te han construido desde la lógica colonial

mostrando como convenientes e irrefutables

para que no puedas recordar, ese

¡tu origen!

Lo que una vez fuiste y tienen miedo de que vuelvas a ser

¡libre!

 

 

VII

Fuerzas a las otras, a las iguales pero vistas distintas a ti, a sentirse mal, a llorar en las oscuras profundidades de la noche en soledad.

 

VIII

Hemos usado múltiples lenguajes para descifrarte

Y en nuestra búsqueda

A veces exhaustiva

Hemos encontrado discursos donde se dice

¡Estás!

Pará poder sacarte, aislarte

Y ponerte al margen.

¿Qué ha quedado hasta ahora?

 

El viaje no termina, las palabras no dejan de salir, y las preguntas se mantienen activas, cuestionamientos que se presentan como un alto en el camino recorrido:

¿Pueden mis palabras seguir volando con destino incierto? ¿es necesario el silencio en nuestras relaciones asimétricas? O ¿Es una diversidad de búsquedas incesantes las que podrán por fin aislarnos en la metódica pausa para comunicarnos sin agredirnos?

¿Puedo pensar en las holguras de la intersecionalidad la posibilidad de un sujeto mujer que encierre todo lo que las mujeres son?

 

Jugamos en los límites de los lugares que nos han construido como humanidad

Pero, de repente, en silencios majestuosos,

la lluvia del conocimiento antes dejado de lado

Nos empapa con dudas

E incertidumbres

Que una vez más nos dejan en la intemperie

Para ser golpeados por la lluvia del desencuentro.

 

Sigo desenterrando en las conversaciones sobre estos cuestionamientos y estas palabras sueltas la riqueza que en la cotidianidad académica no podría. Sé con desesperación que tenemos la oportunidad de decir lo que pensamos, si por un momento acallamos nuestras voces, escuchamos con atención, dejamos al otro ser parte de nuestra alma, y nos conectamos con aquello que nos diferencia. Podemos ahora, sentarnos a conversar todo cuanto nos convoca en nuestra vida y, sobre todo, lo que las mujeres nos piden para en conjunto en comunidad reconstruirnos humanidad.

Capítulo 4

Reflexión desde la masculinidad para un hombre que se encuentra todos los días con mujeres en formación

 

 

 

 

El profesor se presenta ahora frente a su clase, puede ser de sociales, ética, economía o filosofía, mira de frente a su público, escucha con atención sus preocupaciones, una vez abrió la puerta para tratar de comprender aquello que les pasa a las mujeres por ser mujeres, no puedes volver a donde estaba antes en los lugares donde esos temas no eran relevantes.

Es claro ahora, que necesitas teoría, escuchar las expertas, y más importante aún, empezar a escuchase a sí mismo para comprender desde donde está hablando, cuando y sí es posible, podríamos reconstruir un lenguaje y un discurso que no se perciba como lo mismo disfrazado de buenas intenciones.

Sigue con dudas y muchas preguntas como las siguientes, pero no son las últimas.

 

¿Puedo problematizar el aprendizaje que busco, ahora que tengo una información desde el género?

 

 ¿Cómo romper la fragmentación en la que nos encontramos en el proceso de enseñanza aprendizaje cuando reconoces a las mujeres frente a ti?

 

Estas preguntas en un inicio se veían como otro idioma, en ese momento las condiciones para pensar mi proceso pedagógico se abrían como flores ante el sol, y nunca más pude volver a ser el profesor que enseña sin pensar dos veces en lo que se va a decir.

Pero, como lo pondría en palabras si no escribo académico, porque he entendido a la fuerza, que en educación como en otros campos la escritura académica perdió su rumbo, se desvío por las presiones capitalistas y neoliberales de hacer para presentar y para aparentar, pero sobre todo para excluir a todos aquellos que quieren entrar al sistema sin estar en las aulas ni las oficinas de lo “regular”.

 

Entonces, me invade el lenguaje consciente para decir donde estoy, sin esconder al otro, me estremecen las cuestiones de cómo construir una comunicación no excluyente.

Solo que sale en forma de versos sin sentido. Y, por tanto, se perciben fuera de lugar cuando reflexiono sobre la educación y mi quehacer docente. Sigo teniendo miedos y sobresaltos, pero ya no tengo certeza de que debe estar bien para que sea leído.

 

Empecé mirándote de lejos

Mientras me acercaba

La inalcanzable naturaleza se hizo clara

Somos piezas de rompecabezas

Que encajan a la perfección

Con formas distintas

Con apariencias extrañas cundo se miran en reflejo

Son las cicatrices de los encuentros las que nos separan

Sin la postura correcta

No creo encajar en la figura que deseas construir.

 

Es importante aclarar que fue difícil reconocer que puedo hablar como hombre[11], pero que al hacerlo debo poner en perspectiva la división acomodada que hago desde lo dicho por Simone de Beauvoir, Sobre el nacer macho, construirme culturalmente masculino y decidir ser hombre.

Y concuerdo con Rita Segato en su presentación de Guerra contra las mujeres”, cuando expresa que es falso el debate de si los hombres deben apoyar la lucha feminista, dice que, lo importante no es que apoyemos, es que creemos nuestra propia lucha contra el mandato de masculinidad, donde podamos encontrar la felicidad sin acudir a los privilegios que el mundo masculino nos ha traído”[12]

Así las cosas, tomo este criterio para entender que un hombre si tiene la posibilidad de hablar con su igual “la mujer”. Pero, si las mujeres están en formación, y la mayoría, incluso por la misma educación que impartimos como sociedad, ¿no se puede llegar a reconocer mujer? El cuidado que debo tener es aún más evidente.

 

 

Somos una unidad que ha sido dicha en partes.

Fue a través del lenguaje que nos dividimos y reconocemos.

Por ello, puedo escribir del otro sin conocerlo y al mismo tiempo,

soy el otro que me escribe,

soy las palabras que el otro y los otros dicen de mí.

En el camino de la palabra me pierdo y solo me encuentro cuando contigo decimos,

contigo divulgamos las diferencias

que antes nos separaban;

somos el lenguaje apropiado para aquellos que nos han dicho como ser

¿quién eres?

me atrevo a preguntar cuándo a tu lado estoy

¿dónde están los otros?

¡en el diálogo!

Respondo.

Mientras respiro profundo,

 

 

Las palabras que resuenan en la consciencia masculina cuando se cuestiona su esencia

 

Soy cuerpo masculino

Que se ha convertido en

estado fisiológico con el que reclamas

y obtienes poder

de poseer otros cuerpos

 

Somos cuerpo territorio,

cuerpo dominación,

cuerpo apropiación,

cuerpo enajenación.

 

Cuando la vida se da en el cuerpo

y el cuerpo se entrega para la vida,

para ser descartado

mientras todo pasa por el cuerpo.

 

Se percibe el cuerpo de mujer,

como campo de guerra

donde las batallas sin sentido

tienen su apogeo,

corroen ideales y dejan sin aliento

a quien vida ha recibido.

 

Es la duda “hombre” la que te convoca a pensar y con serenidad indagar por los intersticios de la cordura, para navegar por las condiciones que encuentras como normales.

 

La luz ha encontrado un orificio

que ha logrado atravesar la coraza de lo que una vez creía infinito

y continuó como el tiempo.

‘el ser masculino’

 

Orden y disciplinamiento patriarcal

Te hizo fuerte por fuera y

Ambiguo por dentro.

Te muestra tu ser sin ataduras.

Te aferras

Porque te ha dado un lugar

Pero ¿es el lugar que deseas?

 

La celeridad en la que se inscriben estas perturbaciones

desgarran las certidumbres

que una vez descubiertas

 se asemejan a un estado de locura.

 

Voy por la ruta de lo desconocido,

no son caminos únicos y líneas que se cruzan,

no es destino al que nos dirigimos.

¿Qué soy?

 mientras pienso

¿qué seremos?

 

Pienso en silencio

¿Cómo vas por la vida sin enlazar los cuerpos para crecer?

Voy perdiendo esencia sin hacer catarsis

 

Las certezas se escapan

La lucha es intensa

y, sin embargo, te abraza la sinergia que entre los seres que fuimos

y el sueño de los que podemos ser:

 

Hombre sin ansias de poder

Sin la turbulencia del querer dominar

Solo un compromiso el de acompañar tus pasos.

Estar ahí, en el lugar donde hemos sido solicitados

Encadenados por la impureza

 buscamos crear relaciones saludables.

 

Suena intenso,

división se grita en todos los espacios a los que voy

pero,

¿Podemos ser unidad?

¿Puedo no dirigir mis miradas

hacia el cuerpo femenino con la intención de poseer?

¡Oh! Ser de decisión sin raíces

Dónde están las respuestas

A las preguntas que los hombres no hemos decidido hacer aún.

 

No somos los hombres que las filosofías

y los cuentos de otras latitudes han difundido,

somos los hombres que se han levantado para ver.

Abrieron los ojos para sentir

Y dejaron atrás la verdad.

Se exponen todos los días a lo incierto

Van por caminos sin color.

Tienen en su ambición dejar de ser y poseer

Hasta por fin construir el centro

nos dejan en la periferia

mientras nos sentimos ausentes

del cambio que soñamos.

 

No es un camino llano,

no es autopista

Es más bien un camino de herradura

Sinuoso

Con piedras tan grandes como el amor

y tan difíciles de pasar como la avaricia

o la búsqueda de la dominación[13].

 

Es un camino sin final a la vista

Es la ruta que lleva al sol

buscando alcanzar su calor.

 

Vemos la noche brillar cuando algo de justicia asoma.

Ardor en la frente tienen los que un día sembraron

en nosotros los otros los que ya no están

¿Cómo podemos gritar sin miedo?

¡Vamos para otro lugar!

Uno que no conocemos,

Uno donde los límites se fragmentan

Mientras nos miramos con confianza.

 

Vas de un lugar a otro comparando cuerpos

y en la noche solo el tuyo es el que encaja

Vas perdido pensando

Que los cuerpos de ellas son tus posibilidades,

pero, al final del día son ellas las que sin notarlo

te han construido un camino más modesto

hacia las prístinas aguas del contacto.

 

Eres macho disfrazado de dolor

Y con cara de forajido

Grita en silencio hasta el anochecer

Cuando quien le da la energía para reponerse

es niña y está por dormirse.

 

Faltas tú, el hombre que se ha dispuesto a hacerse preguntas

que ensordecen tu virilidad

¿Puedes dar paso a la lucha interna

que implica ser hombre en tiempos donde la masculinidad se discute?

Hoy en cada instante

Escuchamos los gritos

 

“¡Qué la mujer del mañana no sea el hombre que estamos dejando atrás!” (Segato, Rita) 

En las nubes oscuras que circulan por la atmosfera nos sacuden las preguntas para continuar la construcción de la humanidad que queremos.

¡Tienes miedo!

¿Dejar los estereotipos? 

¿De ser tú mismo?

¿De darle apoyo a los que decidieron quedarse en la casa a cuidar los niños?

¿De felicitar a quien ha decidido ser fiel a sus principios?

¿De comprender el valor del respeto y el compromiso? 

¿De sentir la incomodidad de mirar mal a ese otro que no busca los cuerpos de las mujeres? 

¡Tienes miedo!

Cuando olvidas a tu amigo cuando te confiesa sus deseos. 

Te embriaga la locura de solo pensar que hay una sola forma de amar.

¡Tienes miedo!

Al querer formar familia más allá de las consideraciones tradicionales de la historia reducida a cuentos de terror.

 

¿Qué me rompe por dentro?

La mirada al reflejo en el espejo para reconocer que he sido producto de una cultura que puedo cambiar mientras esté dispuesto a poner distancia frente a lo dicho y lo vivido como un ordenamiento. Parece inoportuno decirme, que he negado a las mujeres, como hombre, tengo derecho a ser lo que quiera, en especial, cuando quiero lo que los otros hombres no aceptan. Voy divagando en las mentiras que me susurro para soportar mi iniciativa. Sufro cuando aplauden a los que violentan a los débiles, muriéndome por dentro al querer defenderlos. 

Voy por las rutas que no dejan huella, lo acepto, tengo miedo, las lágrimas brotan de mis ojos por la vergüenza de admitirlo. 

Incluso en la fría soledad consiento el mandato de masculinidad que me está carcomiendo por dentro, roe la humanidad, dejando a la deriva los sueños de igualdad.

Me propongo invitar al nuevo hombre a decir lo que piensas, sin temor a parecer inferior, sólo por lo que los otros hacen, no debes hacerlo tú. Eres libre, ¡Atrévete a disfrutarlo! En especial cuando vayas contra las costumbres.

Despierta hombre

Ya no eres el macho que quisieron los medios y la sociedad hacer de ti.

Puedes soñar despierto,

derrumba las paredes de la cultura del poder por el poder.

Camina tranquilo al lado de quien ha decidido acompañarte,

 y comete los labios cuando al presentarla

quieras decir que es tuya.

Porque son los dos únicos e iguales.

 Sin obligación adicional un día,

acordaron estar juntos por el tiempo,

que ha de pasar sin remedio.

 

En el hogar…

 

Entre los más crueles roles en los que te has involucrado está el poder descuidar tus tareas, ir por un camino que parece lúcido, aunque jamás hayas visto su emergencia, verás un cambio cuando puedas reconocer en las labores del hogar tu lugar y sientas que no es extraño.

Te levantaste y encontraste la casa patas arriba, sin piedad recoges pieza por pieza. Ordenas, cambias de lugar las cosas, y no haces mucho ruido, vas a la cocina y el desastre es mayor, Te arremangas las mangas, te pones los guantes, y a lavar se dijo. 

Cuando te miras al espejo, no mientes al sentirte orgulloso. Pero falta mucho, para que quieras hacerlo enfrente de los machos con los que andas. 

En rol de padre…

Este hombre que no teme ser inocente, de ser cariñoso, de decir lo que piensa, que cumple sus compromisos. Que abraza sus inseguridades, y no busca reprender a otros por tenerlas. El hombre que apoya sin miramientos sus hijas, cuando no logra comprender sus inquietudes, sin embargo, al mismo tiempo las va dejando ser, creándoles autonomía y autoestima. 

Vitorea sin cesar esa presentación de tu hija en preescolar. Qué te hace llorar de orgullo, porque no dormiste ayudando a hacer su disfraz. 

Con otros hombres…

Eras hombre hasta que tus amigos decidieron que serlo, implicaría embriagarse y salir a buscar mujeres solas para aprovecharse y ojalá, sabes, violarla. Para luego, decirles en la cara que está mal y te vas, dejando el vacío de una masculinidad perpetua.

Hombre que en las espuelas del machismo se rasca las espaldas de otros hombres, viajando en la mediocridad que el control y el poder te han dado, puedes mirar a los ojos de una mujer, solo queriendo que su falda sea más corta. 

Puedes reírte de sus chistes, esperando ver su ropa interior

Pero, es claro que tu intención no es solo ver sino poseer sus cuerpos más como premio que como consuelo de sus roles que la historia contada por hombres incluso en labios femeninos. 

 

En los días oscuros las particularidades del ser hombre florecen, parecen conscientes de las posibilidades de tenerlo todo, sin miramientos. 

Dónde estás hombre, hoy ¿cuándo más te he buscado? 

Has dejado huella, pero no tenemos un rastro claro que seguir. 

Es inocuo el sentir de tu necesidad, de tu apariencia, no sabemos qué decir, como encontrarte sin perderte, sin perderme, no hemos hallado el rumbo que seguir, para cuando la importancia de tu ser no sea más que posibilidades de ser en conjunto.

 

Está claro que el veneno está en tu interior, paraliza

Y consume tu hombría y te deja siendo un macho.

Viaja a través de ti con fuerza hasta derribarte,

invitación a luchar

Es lo que podemos traer hoy.

Sabes, no hay final feliz,

y el camino está lleno de obstáculos

que se han sembrado desde nuestros inicios.

Nos dicen que son naturales,

 se encuentra enraizadas

Enquistadas

Forjadas

A lo que nos dijeron

Y nos repetimos sin cesar…

La historia, que debes reescribir

No lo harás con sus mismas palabras.

Se tejieron con nuestra cultura,

se articulan con nuestra razón,

son nuestras costumbres.

¡Es la guerra!

Es a diario, y las victorias momentáneas.

Aún, el paso a dar es el de no resignación,

es el momento, el que la vida no espera.

 

Luchas…

Hombre y poder, mujer y dominante, no somos todos, no somos únicos, pero, es en esta barbarie no son sino oportunidades para levantar la voz. 

Estamos callados, cada día corres el riesgo de mirar más allá de lo recto y el obedecer tus entrañas, que sabes que están ahí para ti, y para dejarlas ir. 

Solo hay preguntas y cambios de humor en la lucha constante entre el ser y lo que quieres ser un hombre que ha decidido cuestionar su hombría basada en privilegios de lo masculino. 

No es debilidad, es temor por tener éxito. Ansias estar a la altura de tus deseos.

Es una posibilidad escribir sobre lo que alguna vez creía cierto e indudable, o es un camino quebradizo que sólo lleva a la incertidumbre, el caos que se apodera de una realidad en construcción, donde el lugar no es el espacio.

Y en cualquier tiempo la vida se hunde en desesperanza, mientras sigues negando que no es un problema que se resuelve con mirarlo.

En la cálida e inagotable búsqueda de mí mismo, he aprendido a decirnos que es posible y que no basta con intentarlo; pero, cuando ser hombre es más que ser macho, la validez se enfrenta a la lucha franca contra los principios que eran verdades. Al encontrarse de frente al día que te abraza y se vuelve parte de ti, ves cómo te levantas hombre, y la lucha comienza, parece sencillo, pero y truenos y sirenas de todo el universo machista empiezan a brotar desde adentro hacia todas las direcciones de la cultura. 

Te sientes solo, te afligen las imposibilidades, también la desconfianza en sí mismo

Tu objetivo es acostarse cuando la noche se acerca, como un hombre que en su día dio pelea, una batalla, que sólo porque te dejas llevar por Morfeo, hasta que, al nacer el día todo comienza de nuevo. 

Hay disputas que sólo se menguan y nunca terminan, son las luchas de cambio incierto que quien te conozca un día, no sabrá en realidad que eres en un luchador. 

Los albores del "darse cuenta" son tan inestables

Que fácilmente se esconden en tus sueños

Van y vienen contradicciones y formas inconclusas

Que, en la mente de un hombre común, suenan a

¡imposible!

El hombre es un ser igual a la mujer, claro.

Mientras no ataque los privilegios que la masculinidad le ha dado.

Se sienta en su sofá después del día agotador

Pero, no para descansar y ya,

sino a la espera de la atención que

Supone,

Recuerda,

Asume,

Cree,

Acepta,

Hasta desea

Recibir de quien constituye compañía.

 

Con el pasar del tiempo y de la soledad del hombre, el descanso se pierde, y con él, el orden de las cosas, por eso se pierde en la insaciable sed de sumisión de la mujer que espera le organice su vida. 

 

No es sencillo el volverse consciente. No obstante, es común que mire hacia otro lado cuando sus privilegios masculinos se hayan en conflicto con su conciencia. 

Conclusión

 

Este escrito está en sintonía con la autorreflexión hacia el género, y puedo asegurar que fue difícil, poner las palabras, se sintió como el hielo recorría la sangre hirviendo mientras estás luchas internas se dan, sigo teniendo clases y encuentros con las estudiantes que esperan algo diferente, aunque tengan dificultad para enunciar en donde radica la diferencia.

Hablar sobre las mujeres, parecía ser el camino más viable para escribir sobre qué humanidad quiero construir si ser profesor es mi ambición. Por eso  no deja ir el miedo que con certeza de ser oportuno se alimenta de las inseguridades que da la autocrítica.

Fue un espacio para dejar en el aire las preguntas sobre la idea de formar mujeres desde la distancia que nos separa cuando no queremos repetir la historia de dominación, sin embargo, no es posible desplazar un género para poder reconstruir el concepto de mujeres. Entonces ¿Cuánto podemos caminar en el camino hacia la igualdad si no cambiamos las miradas y no las personas?

Es relativamente fácil, pararse en el borde radical de la reflexión, pero es imposible vivir el día a día, con los prejuicios que el radicalismo genera. Por ello, me quedo con la invitación que hacen las personas alejadas de los grupos de estudio, titulados y combatientes de las diversas corrientes del feminismo, a permitirnos una visión integradora de la discusión, más allá de tener claridad, a tener preguntas y estar dispuestos a construir respuestas en conjunto.

Empecé este ejercicio pensando que podría ayudar a la reflexión sobre el rol de las mujeres, pero termino ayudándome a encontrarme en el camino de ser hombre.

No se puede decir que haya terminado, solo es una pausa mientras las conversaciones siguen fluyendo, seguro encontraré una nueva ruta para continuar, porque construir quién somos, ni es fácil ni acaba nunca.

Referencias

 

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Amber Johnson (2019) Gender on the box: Self-reflexivity as a starting point, Communication Teacher, 33:3, 228-233, DOI: 10.1080/17404622.2018.1467565 To link to this article: https://doi.org/10.1080/17404622.2018.1467565

Bourdieu, Pierre (2000) "La dominación masculina” Editorial Anagrama

Secretaría de Educación del Distrito -SED- (2015), Plan Educativo de Transversalización de la Igualdad de Género - PETIG, 2014-2024.

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Bibliografía

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Galeano, E. (1995). Ser como ellos y otros artículos. Bogotá: TM Editores.

García Torres, M. E. (2008). Filosofía de la libertad: Homenaje a Simone De Beauvoir. Simposio Mujer, Filosofía de la libertad. Ciudad de México: Colegio de México. Recuperado el abril de 2019, de https://mariagtnovoa.wordpress.com/2012/03/05/filosofia-de-la-libertad-homenaje-a-simone-de-beauvoir/

Gutiérrez, F. (2015). ¿Sirve la escuela de hoy para la sociedad de hoy? REDpensar, 1(4), 1-11.

Maldonado, C. E. (2011). Termodinámica y complejidad: Una introducción para las ciencias sociales y humanas. Bogotá: Universidad Externado de Colombia.

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Ziga, I. (2009). Devenir Perra. España: Melusina.

https://mamachama.com/proyectos-2/empoderamiento-femenino/

https://tribunafeminista.elplural.com/2017/02/que-significa-el-empoderamiento-de-las-mujeres/

https://www.pikaramagazine.com/2014/05/de-hombres-y-feminismos/

https://ahige.org/

 

 

 



[1] Docente del Colegio Distrital La Merced, Bogotá, Colombia 2024. Magister en Educación, y Licenciado en Educación Básica con énfasis en Ciencias Sociales.

[2] “La escritura es inseparable del devenir; escribiendo, se deviene–mujer, se deviene–animal o vegetal, se deviene–molécula hasta devenir–imperceptible.  Estos devenires se eslabonan unos con otros de acuerdo con una sucesión particular, como en una novela de Le Clézio, o bien coexisten a todos los niveles, de acuerdo con unas puertas, unos umbrales y zonas que componen el universo entero, como en la obra magna de Lovecraft. El devenir no funciona en el otro sentido, y no se deviene Hombre, en tanto que el hombre se presenta como una forma de expresión dominante que pretende imponerse a cualquier materia, mientras que mujer, animal o molécula contienen siempre un componente de fuga que se sustrae a su propia formalización…Devenir no es alcanzar una forma (identificación, imitación, mimesis), sino encontrar la zona de vecindad, de indiscernibilidad o de indiferenciación tal que ya no quepa distinguirse de una mujer, de un animal o de una molécula: no imprecisos ni generales, sino imprevistos, no preexistentes, tanto menos determinados en una forma cuanto que se singularizan en una población. Cabe instaurar una zona de vecindad con cualquier cosa a condición de crear los medios literarios para ello… La lengua ha de esforzarse en alcanzar caminos indirectos femeninos, animales, moleculares, y todo camino indirecto es un devenir mortal. No hay líneas rectas, ni en las cosas ni en el lenguaje. La sintaxis es el conjunto de caminos indirectos creados en cada ocasión para poner de manifiesto la vida en las cosas.” La literatura y la vida. Gilles Deleuze

[3] Plan Educativo de Transversalización de la Igualdad de Género 2014-2024

[4] El mundo social construye el cuerpo como realidad sexuada y como depositario de principios de visión y de división sexuantes. El programa social de percepción incorporado se aplica a todas las cosas del mundo, y en primer lugar al cuerpo en sí, en su realidad biológica: Pierre Bourdieu "La dominación masculina” pag (22)

[5] La feminidad que debe deconstruirse es la que está basada en la sumisión. Esa donde se asume la mujer como un apéndice del hombre y en casos extremos donde se percibe como una feminidad para servir al hombre en sus diferentes necesidades (incluyo lo sexual).

[6] Así, puesto que hemos de reconocer la importancia de los discursos feministas y su relación directa con las teorías sobre la masculinidad, ya que fueron los primeros en ponerla en cuestión desde la acción política, en mi opinión es mejor que la revisión y deconstrucción de la masculinidad, independientemente del “cuerpo” e identidad de quien la realice, genere un discurso compartido e integrado en las ideas feministas. Josetxu Riviere. 06 de mayo de 2014. “De hombres y feminismos” En revista Galde. Online : https://www.galde.eu/es/de-hombres-y-feminismos/

[7] “A lo largo de la historia, los cuentos de hadas han dado lugar a una serie de mitificados personajes que representan arquetipos de género”. Navarro-Goig, G. (2019) Revisión de la identidad femenina en los cuentos de hadas y su reinterpretación en el arte contemporáneo. Arte, Individuo y Sociedad 31(3), 491-507.

[8] “La Tejedora” (Colasanti, 1998) Revisado en https://amsafe.org.ar/wp-content/uploads/PDFs/2017_8M/La_Tejedora.pdf 

[9] Buscar referencia

[10] (interlocutores en sombra Rita Segato)

[11] Es un falso debate cuestionar la posibilidad de participar en los procesos feministas.

Politización de los hombres, dejar de lado la competencia, dejar de lado la demostración de la potencia…mandato de masculinidad que genera violencia.

Construcción de agresor…

Los hombres son las primeras víctimas del patriarcado machista. Rita Segato

[12] Video en la universidad de Costa Rica. Rita Segato: Cuerpo, territorios y soberanía: violencia contra las mujeres - YouTube

[13] Al estar incluidos, hombres y mujeres, en el objeto que nos es­forzamos en delimitar, hemos incorporado, como esquemas in­conscientes de percepción y de apreciación, las estructuras históri­cas del orden masculino; corremos el peligro. por tanto, de recurrir, para concebir la dominación masculina, a unos modos de pensamiento que ya son el producto de la dominación. Sólo pode­mos confiar en salir de ese círculo si encontramos una estrategia práctica para efectuar una objetivación del tema de la objetivación científica. Pierre Bourdieu "La dominación masculina” pag 17


 [P1]Desde mi punto de vista van de la mano, no hay un segundo lugar…hay un dialogo de saberes……(Zubiría)

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