¿DÓNDE ESTÁ OFELIA?, una breve y divertida pieza de teatro. De Mónica Neguerela López para el III Certamen Literario Feminista


ANTONIA, actriz consumada

CAROL, actriz debutante

Ambas están a la espera de hacer una función sobre Hamlet, esperando al público.


CAROL está debajo de una sábana, al lado de un maniquí, murmurando.


CAROL:

Ofelia... Ofelia... Ofelia...


ANTONIA:

¿Has visto esto?


CAROL:

Ofelia... Ofelia...


ANTONIA:

No sé qué ha podido pasar...


Antonia busca hilo y aguja. Lo encuentra en un pequeño neceser.


ANTONIA:

Ya está...

Antonia coge su vestido y se pone a coser.


ANTONIA:

Las de vestuario con eso de los sindicatos y sus derechos y toda esa publicidad... no acaban bien su trabajo. ¿Tú te crees que pueden dejar esto así? Menos mal que he venido antes.


CAROL:

Ofelia...


ANTONIA:

Carol... ¡Carol! ¿Qué haces?


CAROL:

No la encuentro... no hay manera. No sé dónde está...


ANTONIA:

Espero que esto no se note demasiado. ¿Tú crees que se nota? El vestido...


CAROL:

Si es que no hay manera de encontrarla...


ANTONIA:

Aún no estás vestida. ¿Qué haces que no estás vestida? En una hora salimos... y este vestido... Los sindicatos están muy bien pero claro... la que sale a escena soy yo... con el vestido roto. Si hasta creo que lo hacen aposta.


CAROL:

Porque... Ofelia ¿se suicidó tal y como dice Gertrudis?


ANTONIA:

¿Qué dices? Se ahogó sí, ya lo sabes.


CAROL:

Bueno, eso dice Gertrudis...


ANTONIA:

Eso dice el autor. Sí, ¿qué te pasa? ¡Vístete! Queda menos de una hora.


CAROL:

No sé... ¿Y si Ofelia no se suicidó? Y si... no sé... quizás, encontró otra salida...


ANTONIA:


Otra salida ¿para qué? Yo creo que esto ya está ¿cómo lo ves? (le enseña el vestido)


CAROL:

No veo nada.


ANTONIA:

No te preocupes tanto: los estrenos siempre son complicados. Se actualizan demasiadas emociones y no siempre las mejores.


CAROL:

No es una cosa de “emoción”, Antonia.


ANTONIA:

¿Es el texto? ¿Tienes problemas con el texto? ¿Quieres que lo pasemos? Ya sabes que tengo una memoria maravillosa. Y eso no es tan bueno. Yo a medida que me hago más vieja más recuerdo todo lo que me pasa y lo que me pasó. Yo creo que acabaré recordando el inicio de los tiempos (ríe).


CAROL:

Las olvidadas, los que pierden... ¡las olvidadas! ¿cómo puede un personaje como Ofelia asistiendo a su propia muerte?


ANTONIA:

Ahora no sé a que te refieres. Ofelia debe morir.


CAROL:

Las actrices como nosotros debemos algo a los personajes que mueren así.


ANTONIA:

¿Una rebeldía? ¿Eso es lo que quieres? Ofelia y Gertrudis “viven” gracias a que son un arquetipo, no porque sean rebeldes. Si quieres “rebeldía” no deberías leer las grandes obras literarias. Nada menos que “Hamlet”. Te molesta nada menos que “Hamlet”.


CAROL:

No estoy molesta. Quiero justicia para los personajes. A ti ¿no te molesta cómo se trata la “fogosidad” sexual de Gertrudis?


ANTONIA:

Ya está implícita en la obra. Qué más da. Yo creo que es mejor que el público vea a Gertrudis como una mala madre a una ... zorra. (le cuesta encontrar las palabras).


CAROL:

Y ¿qué mas da que sea una “zorra”? Yo así no puedo salir al escenario Antonia.


ANTONIA:

Así ¿cómo? Tú preocúpate por Ofelia que yo ya veré cómo posiciono a Gertrudis.


CAROL:

Y aquí estamos las “peores de las mujeres”, las actrices, defendiendo una visión que nos devuelve al estereotipo.


ANTONIA:

Ya es tarde para “liberar” a Ofelia y Gertrudis. Ya están escritas y representadas hasta la saciedad... Ya pertenecen al subconsciente colectivo. Es tarde para las dos. La loca y la mala madre. ¿Por qué crees que los demás, los actores, Alberto como Hamlet y Óscar como Polonio, llegan tarde? Porque saben exactamente qué representar y no les incomoda.


CAROL:

¡Cómo les va incomodar! ¡Son libres para hacer lo que quieran! O sea, si Alberto hoy le da un toque, digamos, gay el público pensará “Ofelia tiene la culpa de ser la que reprime el deseo homosexual de Hamlet”.


ANTONIA:

No te preocupes que estos actores no tocarán la virilidad de sus personajes. A lo sumo su ansia de poder.


CAROL:

Y entonces nosotras ¿por qué no podemos ...? ¿Sabes lo que voy a hacer?

ANTONIA se está maquillando.


ANTONIA:

Oye ¿tienes crema hidratante? Tengo las manos secas y me duelen.


CAROL:

Voy a enseñar un pecho. Cuando Hamlet viene a interpelarme sobre...


ANTONIA:

Sí, escena...


CAROL:

Voy a enseñar un pecho a Hamlet.


ANTONIA:

¿Con qué intención? Alberto te va a matar. Sabes que no le gustan las sorpresas. Una teta, encima.


CAROL:

Estamos hablando de una Ofelia fuera de sí ¿no?


ANTONIA:

Si metes el sexo, tu sexo, en medio de la función, el mensaje se va a...


CAROL:

¿Qué?


ANTONIA:

Pues que todo el mundo hablará de la “teta de Ofelia”. Eso ¿lo sabe el director? ¿Has hablado con él?


CAROL:

Estoy convencida que no sería así. De ser así ¿qué responsabilidad tenemos las actrices en el mundo para cambiar los estereotipos, como el de Ofelia o el de Gertrudis?


ANTONIA:

No te das cuenta que precisamente la fortaleza de las minorías son los arquetipos. Piénsalo bien.


CAROL:

No quiero desmontar algo previo, quiero crear algo nuevo. Algo nuevo y necesario. Desmontar un arquetipo es verlo desde otra perspectiva ¿no? ¡Dónde está Ofelia! ¡No la puedo encontrar!


ANTONIA:

Tú tienes al personaje, puedes hacer lo que quieras con él. Pero hoy, no. Hoy el público quiere ver el arquetipo, quieren ver a Ofelia “languideciendo” por el amor a Hamlet. Y volverse loca, ese es el punto que más les interesa. Tú no lo sabes pero el público en realidad presta atención los personajes en entredicho.

CAROL:

Y ¿tú no estás harta que Gertrudis esté “en entredicho”?


ANTONIA:

La mala madre. ¿No ves que los hombres son incapaces de ver una madre tal y como son en realidad? No puede ser que no haya llegado a la literatura una madre que no sea... o santa o el diablo mismo. Las madres de los hombres, esas son las que llegan al público. Aunque también te digo, que debe haber madres así. Y alguna justicia debe haber para esas madres ¿no te parece?


CAROL:

Pero ¡si estamos rodeadas de ese tipo de madres!


ANTONIA:


A lo mejor es lo que debe ser. Y ser una madre que se casa con tu cuñado no es lo mejor que le debe pasar a un hijo ¿no te parece?


CAROL:

Gertrudis es otro personaje con muerte sospechosa. ¿Sabes? Un veneno que no iba dirigido para ella. Yo creo que no puede haber crueldad más absoluta que esa. No sólo has sido utilizada como la esposa del buen hombre, sino como la esposa del asesino para finalmente deshacernos de ti con un veneno que no iba dirigido a ti. Y lo peor no es eso.


ANTONIA:

Yo pienso que hay cierta justicia en que el veneno no vaya para ella. Es algo que la “encumbra” como alguien nacido de la tragedia y abandonado a la tragedia ¿sabes?


CAROL:

Pero lo peor es que ella se folla al hermano de su marido. Ella es carne, pero carne de verdad. El hecho que Hamlet y todos los demás no puedan controlar ese deseo ¿no te parece?


ANTONIA:

Yo creo que es una estrategia de Gertrudis. De lo contrario ¿a dónde va a ir?


CAROL:

Quizás es su manera de revelarse contra el mundo construido PARA Hamlet. Porque ¿dónde van las mujeres que rabian? ¿dónde van? ¿dónde van las mujeres que ..., que quieren hacer daño, que son fuertes, que arden, o...?


ANTONIA:

A esas mujeres hay que encontrarlas. Pero hay que estar muy atenta, porque puede ser ese personaje al que no le dabas importancia y que de repente te sacude y... ¿dónde van las mujeres que rabian dices? No sé si la gramática de esa frase es correcta.


CAROL:

Ya sabes a lo que me refiero. Péiname, anda.


ANTONIA peina a CAROL.


ANTONIA:

La primera pieza de teatro que vi cuando era pequeña fue King Kong. Yo la renombré y la llamé “Lady Kong” ¿sabes por qué? Porque me veía a mí misma trepando por los edificios y luchando contra los aviones... Yo me imaginaba a Kong como una mujer, en lucha contra lo que no se debe hacer o desear... Y los aviones, eran mis padres... No le tanta importancia a la trama de amor por la mujer. Yo quería ser Lady Kong y hacer lo que me daba la gana. Pero entonces y de repente ¡Uf! La adolescencia, la pubertad. Entonces tuve que apartar a Lady Kong de mi vida ¿sabes?


CAROL:

Pues mola mucho Lady Kong. ¿qué pasó con ella?


ANTONIA:

La mujer tiene tres edades. Y tienes que reivindicar exactamente lo mismo cuando tienes esas tres edades... Ahora es lo que yo creo. Entonces no lo creí.


CAROL:

¿Qué edades son esas?


ANTONIA:

La edad de la valentía que es cuando eres pequeña, la edad del miedo que es cuando eres “accesible” a los hombres y la edad de la nostalgia que es cuando te arrepientes de no haber permanecido en la primera edad.


CAROL:

Creo que hablamos de lo mismo. Ofelia se negó a instalarse en la edad del miedo y Gertrudis en cambio...


ANTONIA:

Ya está el peinado.


CAROL:

Tú ¿has encontrado a Gertrudis? ¿cómo?

¿Dónde está Ofelia?

Mónica Nerenguela López

III Certamen Literario Feminista




Tú ¿has encontrado a Gertrudis? ¿cómo?

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