MALTRATADA Y CON PENE, III Certamen literario feminista La Corrala

 Nos siguen llegando textos y seguimos inmersas en su lectura, gracias por vuestra participación.

Esta semana os compartimos un texto de César López Llera.

                             Imagen propuesta por el autor; de Sara Gordon y Aitor López Pérez

(Comisaría con cuadro en la pared de Flipe VI y Letidiaria. Tras la mesa, un POLICÍA abúlico y bostezante aguarda que una  MUJER termine de leer la denuncia).

POLICÍA:

Si está conforme, firme aquí.

MUJER:

(Indignada, negando con la cabeza). No, no estoy conforme. Me llamo Concha Vergassola Elano.

POLICÍA:

En su carné consta Celestino. A todo lo más, añado una apostilla. (Escribe en el ordenador). Celestino Vergassola Elano, quien se hace llamar Concha.

MUJER: No me hago llamar, me llamo Concha, por mi abuela y mi madre, ambas naturales, como yo, de Alquerías del Niño Perdido, provincia de Castellón. Como ve, hasta el nombre de mi pueblo fue toda una premonición.

POLICÍA: Celestino Vergassola, también conocido por Concha…

MUJER: De también conocida, ¡con “-a”!, nada. Así se me conoce, a pesar de las chuflas y humillaciones que soporto. Si acaso, escriba: Concha Vergassola Elano, obligada a figurar en los documentos oficiales como Celestino.

POLICÍA: Mire, caballero.

MUJER: Caballera, en todo caso, caballera,  y, con más propiedad, señora.

POLICÍA: Mire, los formalismos administrativos son los formalismos administrativos y en su carné se le asigna una eme en sexo, es decir…

MUJER: Diga, diga lo que piensa: una eme de maricón, de mariposón, de maritrans.

POLICÍA: Como decía, en su carné consta una eme de sexo masculino y no la efe de femenino. Las  modificaciones de nombre y sexo requieren rectificaciones registrales.

MUJER: Cuando renové el carné ya puse: efe, pe. Sexo: femenino con pene, pero ni caso me hicieron. Y en el registro civil  me exigen diagnóstico de disforia, tratamiento hormonal  o certificación médica de imposibilidad de su seguimiento. ¡El acabose!

POLICÍA: Prosigamos: Celestino Vergassola Elano, también conocido por Concha, mayor de edad, vecino…

MUJER: Conocida, escriba: conocida y vecina,  que vecina soy, aunque sin tetas, con polla no pequeña, cojonamen en buen uso, y sin intención de arrancármelos, que disfruto como me parieron, aunque le pese al mundo. ¿Se entera, señor agente?

POLICÍA: Vecino de Madrid, Camino de los Cabestros nº 69 duplicado, ante la policía comparezco y como mejor proceda en derecho, digo que  formulo denuncia por lesiones contra Sansón Macho da Pena, con quien cohabito en calidad de esposo.

MUJER: ¡Vecina, coño, vecina! ¿Es usted tonta o qué? Le repito que soy una mujer.

POLICÍA: Y yo un hombre y policía. Sepa, caballero, que si persiste en su actitud, procederé a su detención y denuncia por desacato. (Silencio). Cuyas circunstancias son las siguientes: el 14 de febrero, el denunciado agredió al dicente…

MUJER: A la dicente. Soy una mujer sin chochín. ¡Hembra, dama, chica! ¿Se entera?

POLICÍA: El denunciado agredió al… a la… al dicente, golpeándolo fuertemente…

MUJER: ¡Golpeándola! ¡La, la, la, en femenino!  Y, ahora, usted me golpea con su trato vejatorio. Yo sí que voy a denunciarla a usted por irrespetuosa y mala mecanógrafa.

POLICÍA: Y causándole las lesiones que se reflejan en el parte médico que acompaño.

MUJER: (Llorando). ¡El día de las enamoradas, y ante la mismísima capilla con el cráneo de san Valentín, me rompe tres dientes y me revienta un testículo!

POLICÍA: Por lo expuesto, suplico al juzgado que tenga por formulada la presente denuncia. En Madrid, a 14 de febrero de 2017.

MUJER: (De pie, mimando la paliza). ¡Puta maricona, enferma, me has arruinado la vida!, me dice, mientras me pega ante los huesos del santo. Ya sabe usted, en la parroquia de san Antón. Escríbalo. (Tras sentarse). De no quitármelo el cura de encima, me mata.  Declarará como testigo. ¿Pues no va y lo amenaza con partirle en la cabeza un fémur de san Valentín que saca de la urna? ¡Apártate cuervo, que te descalabro con esta piltrafa! ¡Buena culpa tendría la reliquia!

POLICÍA: ¿Firma la denuncia, caballero?

MUJER: Sí, con tu policipote, doña Pistolilla. ¡Que te den, imbécil!

POLICÍA: (Levantándose). Queda usted detenido por desacato a la autoridad.

MUJER: ¿Te crees importante porque te protegen el uniforme y las armas, verdad? ¡Que te jodan, pocaporra, soplacoños, mamporrero!

POLICÍA: (Que obliga a la MUJER a ponerse de pie). Tiene usted derecho a guardar silencio, a no contestar a las preguntas o a declarar sólo ante un juez.

MUJER: Si me quieres callada, córtame la lengua o amordázame.

POLICÍA: Tiene usted derecho a no declarar y a no confesarse culpable.

MUJER: ¿Culpable, de qué, de ser mujer maltratada y con cipote o de exigir respeto?

POLICÍA: Tiene derecho a designar abogado y a que se ponga en conocimiento del familiar o persona que desee su privación de libertad y el lugar de su custodia.

MUJER: ¿Familiar, qué familiar? Ninguno me mira a la cara,  mi marido me pega y los amigos son todos suyos y cómplices. Bien se cuidó de que no me relacionara con nadie.

POLICÍA: Tiene derecho a comunicarse telefónicamente  con un tercero de su elección.

MUJER: ¡Un tercero y un cuarto! ¡Como no llame a tu madre o a un  ascensorista! (Salen).

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