Buenos y feministas días. Os compartimos otro texto, enviado por Sira Vargas de Biheller.
Una vez, me invitó a comer un hombre muy arrogante,
preparó una pasta y me obsequió una copa de un barato vino espumante. Se deshizo en halagos, miradas de deseos,
para conquistar mi afecto ¡Un gran parapeto! Luego de colocar una música en su
celular, me invitó a sus aposentos, como si fuera un animal sediento. Sin haber
disfrutado el poquito de pasta, que me sirvió en un plato quebrado, cuando me había invitado a un banquete en
restaurante muy encumbrado.
Imaginaba que
degustaría deliciosos platillos, de variado sabor, en amena conversación.
-¿No acordamos ir
a comer mariscos y a tomar un buen vino blanco? -pregunté con espanto.
Él, se excusó señalando que cocinaba muy rico y era
mejor ahorrar ese efectivo para gastarlo después en algo más creativo.
Por eso, me dio una pasta, sin salsa. En otra ocasión, me llevaría a
degustar delicias marinas, cerca de su villa.
-¡Es la primera cita! -volví a replicar- hace falta
conocerse más ¡Vas más rápido que el cambio climático!
-¡No! -me respondió de inmediato. Es como se usa desde
hace rato, qué tanta habladera, para llegar a la misma acera. Si nos conviene
vivir en unión… o si no aparece
una mejor opción… Por ahora, te
prometo diversión y alguna salida, pero
a mi habitación. No vayas a mal
acostumbrarte tanto, que si después formamos pareja, me lo reclames cada tanto.
¡Debo ser bien claro contigo: tengo una novia de
nombre Gloria, quien mantiene a todos en
casa: madre y hermanos y hasta de los huérfanos del barrio! Estoy esperando que ella decida aceptar mi
propuesta de unión formal. Sería mi cuarto enlace matrimonial y el tercero para
ella ¡No está nada mal!
-Entonces, ¿Yo sería como el juguete de espera, la
pasante perfecta, aquella que no merece
ser mostrada en una reunión familiar o en un restaurante popular de la ciudad?
¿Una monedita, que se mete debajo de la cama, para sacarla cuando el billete se
ha acabado?
¡Mejor comamos pronto la pasta que preparaste, para
que no se enfríe y el hambre se me quite! ¡No ha pasado nada! es mejor saber
qué esperar del acompañante, en vez de estar en el limbo… con incertidumbre
cada tarde. ¡Hoy te daré de gratis mi
conversación! Pero, cuando vayas a mi consultorio deberás pagar por cada
sesión.
Soy una profesional
de la psicología -muy reconocida- me pagan
muchos euros por ayudar a salvar
vidas. Además, Chef profesional
graduada, con una estrella Micheline
colgada en el restaurante de mi propiedad. Cocino cualquier delicioso manjar,
para deleitar al más refinado paladar.
En este día, no te cobraré ni una peseta
y haré el papel de acompañante discreta.
Te digo con absoluta certeza, la señora Gloria, no se
quiere unir contigo, está clara la jugada. Pone como excusa a su familia, para
hacerse la buena ama de casa, cuando contigo no quiere nada. Si tienes años
esperándola, quédate sentado, porque esta señora te está vacilando. Esta
comida, no te lo voy a pagar, porque considero que no está mal que lo inviten a
uno y hagan un esfuerzo por agradar.
Cuando quieras degustar comida buena, espectacular, ven a mi restaurant y paga por
los platillos que te puedas costear ¡Muchas gracias por la invitación, no me
verás jamás por tu habitación! No deseo ser la suplente de tan buena
“samaritana”, quien no quiere vivir contigo, porque simplemente…no le da la
gana.
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